Fuentes del Gobierno español que preside Pedro Sánchez explicaron que este reparto es fruto de "un acuerdo en el que participan seis países para acoger a las personas que están a bordo del Aquarius".

Desde que el Aquarius solicitó un puerto seguro en el que desembarcar a los inmigrantes rescatados, comenzaron conversaciones "discretas" entre varios países comunitarios, con la participación de la Comisión Europea.

El Ayuntamiento de Barcelona, que dirige Ada Colau, se ofreció de inmediato para acoger a los inmigrantes pero el Ejecutivo español rechazó acoger el barco con el argumento de que debía llegar a un "puerto seguro" más cercano de su ubicación, como establece el derecho internacional.

Esta decisión generó de inmediato críticas contra La Moncloa porque hace dos meses permitió que el mismo barco llegara a Valencia tras rescatar a 629 inmigrantes y la semana pasada hizo lo mismo en Algeciras con el buque humanitario Open Arms.

Este martes, las negociaciones han desembocado en un acuerdo entre seis países europeos para acoger al Aquarius y repartir a los 141 inmigrantes que viajan en él. De ellos, 25 personas fueron rescatadas el viernes por el personal humanitario de Médicos Sin Fronteras cuando viajaban a la deriva en un pequeño bote. Después, encontraron a 116 hombres, mujeres y niños, entre ellos 67 menores no acompañados.

60 PARA ESPAÑA

De estos 141 inmigrantes a bordo del Aquarius, España acogerá a 60 y los demás se repartirán entre Francia, Luxemburgo, Portugal y Alemania. En el acuerdo también ha participado Malta, que ha accedido a que el barco entre en uno de sus puertos tras su negativa inicial.

El Gobierno de Malta explicó en un comunicado su participación en el acuerdo como una "concesión" y precisó que se limita a ser "base logística" para la llegada del barco con los inmigrantes.

El Ejecutivo maltés destacó que este mismo lunes rescató en el mar a 114 inmigrantes que intentaban llegar a su costa y señaló que el acuerdo alcanzado entre varios países de la UE incluye el traslado de 60 de ellos al continente como una prueba de esa "cooperación".

Malta, que lleva meses reclamando el apoyo de la UE en materia migratoria, coincidió con el Gobierno español de Pedro Sánchez en que este es un caso de "liderazgo y solidaridad" que debe prevalecer para atender el problema que supone la llegada masiva y constante de inmigrantes a las costas europeas.

En este sentido, el Ejecutivo español celebró el acuerdo alcanzado para el Aquarius por ser "la primera operación de este tipo de distribución de migrantes entre varios estados europeos" y atribuyó el mérito "al camino emprendido en junio" cuando Pedro Sánchez ordenó recibir en Valencia a 629 inmigrantes rescatados por este mismo barco.

Fuentes del Palacio de la Moncloa negaron un cambio de criterio en los dos meses que Sánchez lleva de mandato y destacaron que entonces "decidió acoger al Aquarius para resolver una situación humanitaria difícil y poner encima de la mesa de Europa la necesidad de buscar una salida coordinada y común al reto de la gestión de los flujos migratorios", lo cual considera que ha conseguido ahora, apenas tres días después de compartir fin de semana en Cádiz con la canciller de Alemania, Angela Merkel.