Según informó el Instituto Armado, sobre las 9.00 horas en la zona perimetral del vallado fronterizo hispano-marroquí tuvo lugar una acción de intrusión de unos 300 inmigrantes subsaharianos mediante la utilización de cizallas y mazos para cortar los mallazos de protección exterior e interior.

Para evitar que la Guardia Civil se acercara a la zona donde se estaba produciendo la acción, los inmigrantes lanzaron recipientes de plástico con excrementos, sangre, cal viva y ácidos contra los agentes.

Ante esta situación, siete guardias civiles resultaron heridos “de diversa consideración”, siendo atendidos en el Hospital Universitario de Ceuta. Dos de ello han sido dados de baja para el servicio por las lesiones sufridas.

Finalmente, 116 inmigrantes consiguieron entrar a Ceuta, de los que cinco fueron evacuados desde el CETI hasta el Hospital Universitario de la ciudad autónoma.

Las Fuerzas Auxiliares marroquíes consiguieron controlar parte del “elevado número” de inmigrantes que pretendía llegar a Ceuta, logrando reducir la “intrusión”.

Ceuta y Melilla han sido objeto recientemente de un refuerzo de agentes por parte de la Guardia Civil. En concreto, Ceuta se enviaron tres Módulos de Intervención Rápida, unos 60 agentes, de la Agrupación de Reserva y Seguridad.

En cuanto a Melilla, se han trasladado tres Módulos de Intervención Rápida, también de la Agrupación de Reserva y Seguridad y un helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil.