Este manifiesto nace como respuesta a uno anterior firmado por casi 200 militares en activo y retirados en el que se defendía a Francisco Franco, se pedía respeto por el dictador y se rechazaba la exhumación de sus restos.

Por ello, en el nuevo documento se muestra un “rechazo total, sin ambigüedad alguna, a la declaración de militares franquistas en defensa del general Francisco Franco”.

Entre los firmantes del manifiesto se encuentran militares en activo y retirados, viudas de militares fallecidos y guardias civiles. Además, hay célebres suscriptores del manifiesto, como Luis Gonzalo Segura, el exteniente del Ejército de Tierra que fue expulsado por denunciar la corrupción dentro de las Fuerzas Armadas.

Segura ha querido destacar que “ha llegado el momento de regenerar las Fuerzas Armadas, de extirpar y desterrar el franquismo y moldear un Ejército democrático y para la democracia”. Además, el antiguo teniente ha asegurado que “no hay valores más acordes con ello que el republicanismo y el antifascismo” y ha deseado “que sean esos los materiales de nuestros próximos soldados”.