Pedrera dijo a Servimedia que las “presiones animalistas y las constantes prohibiciones arbitrarias de los ayuntamientos obligaron a la empresa a que, con mucho dolor, tuviera que dar en acogida al animal, un tigre que nació con ellos y fue criado a biberón”.

Indicó que Sito, que “nació jugando en el circo y divirtiéndose con sus cuidadores entre bambalinas”, contaba en el circo con “grandes recintos con troncos y piscinas donde jugar, se le daba la mejor carne del mercado y tenía un trato exquisito”.

Por ello, denunció que, “gracias a los que bajo la falsa bandera del bienestar animal exigían el fin del circo con animales, Sito tuvo que ser enviado a un refugio donde ayer nos confirmaban su muerte de pena”.

Relató que Sito “no ha podido soportar la tristeza tan grande que le produjo el no estar en el circo, con su familia, con los que le criaron y con lo único que ha conocido” y explicó que los animales “crean un vínculo tan estrecho con los cuidadores que cuando se les separa a la fuerza, sufren varios traumas psicológicos”.

Pedrera lamentó que quienes sienten su muerte no son “los animalistas que celebraron que se fuera del circo” sino “únicamente el personal del circo que ve con rabia como los políticos se dedican a prohibir, sin mirar el bienestar animal ni a las familias del circo”.