En su intervención en el Teatro Campoamor, durante la entrega de la 38 edición de los Premios que llevan el nombre del heredero o heredera al trono, el Monarca señaló que el “objetivo” de estos galardones es “rendir homenaje a las personas e instituciones que trabajan por construir un mundo más justo, más humano, más digno”.

“Año tras año he señalado que siempre hemos ido al encuentro”, dijo el jefe del Estado, “de vidas ejemplares en la ciencia y las humanidades; en la literatura, las artes y el deporte; en la cooperación, la paz y la concordia entre los seres humanos y los pueblos”.

Señaló que a estas personalidades relevantes “las necesitamos como referencias, como inspiración para los tiempos que vivimos. Cuando tantas veces prima lo efímero y lo superficial, triunfan en la historia de la Fundación (Princesa de Asturias) los valores que permanecen, a la vez que reconocemos a quienes nos sugieren senderos nuevos y renovados”.

“EMOCIONES PURAS Y EXTREMAS”

A continuación, don Felipe se refirió a los premiados este año, que son Martin Scorsese (Artes); Alma Guillermoprieto (Comunicación y Humanidades); Amref Health Africa (Cooperación Internacional); Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki (Deportes); Fred Vargas (Letras); Michael J. Sandel (Ciencias Sociales); Svante Pääbo (Investigación Científica y Técnica); y Sylvia A. Earle (Concordia).

Sobre el cineasta Martin Scorsese, Premio de las Artes, el jefe del Estado indicó que “hace explotar la pantalla con emociones puras y extremas”, de forma que con sus obras “los instantes que sobreviven, los que nos dejan marcados, las imágenes que conmueven nuestra retina para siempre”.

En cuanto a Alma Guillermoprieto, Premio de Comunicación y Humanidades, señaló que la “verdad” y su “defensa a ultranza” de la misma son las “armas incruentas” con las que trabaja esta periodista, de la que dijo que llegó “casi por casualidad al periodismo y, gracias a su trabajo, sólido y coherente, se ha convertido en una de las mejores reporteras del mundo”.

En cuanto al Premio de Cooperación Internacional concedido a la ONG Amref Health Africa y a su oficina en España, el Monarca resaltó cómo “la magnífica labor de esta organización ha logrado mejorar notablemente la sanidad y la salud de millones de personas en el continente africano”.

“VALOR” Y “DEBATE PÚBLICO”

Por lo que respecta a los alpinistas Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki, merecedores del Premio de los Deportes, el Rey se refirió a que “practican un deporte mítico, que se enfrenta a retos casi imposibles”. “Un deporte difícil, que exige disciplina, valor y espíritu de sacrificio, destreza y precisión. Es quizá mucho más que un deporte”, remarcó.

Sobre la novelista Fred Vargas, Premio de las Letras, indicó que “ha revitalizado el género de la ‘novela enigma’”, con textos “en los que destacan el humor, la ironía, el reflejo en cada palabra y cada detalle de su extensa e intensa cultura y un lenguaje preciso y certero”.

En cuanto al Premio de Ciencias Sociales para el filósofo Michael Sandel, Don Felipe considera que “el diálogo, el debate público, la justicia, el bien común, todo son cuestiones sobre las que el profesor Sandel reflexiona una y otra vez”.

Por lo que se refiere al Premio de Investigación Científica y Técnica, Svante Pääbo, aludió a que es “uno de los fundadores de la paleogenética” y un investigador que “reflexiona también continuamente y viaja a menudo al pasado más remoto para devolvernos nuestra más ancestral historia”.

Respecto al Premio de la Concordia, que ha recaído en la doctora Sylvia Earle, señaló que “nadie como ella ha estudiado los mares de la Tierra y la vida marina. Lleva toda su vida defendiéndolos, luchando para que se protejan, para que se salven de la desgracia de la contaminación”.