Calentamiento global

El Mediterráneo se expone a más sequías y enfermedades por el cambio climático

- Otros riesgos son la pérdida de biodiversidad y menos seguridad alimentaria

MADRID
SERVIMEDIA

El cambio climático amenaza la región del Mediterráneo con escasez de agua, pérdida de biodiversidad y riesgos para la seguridad alimentaria y la salud humana, según revela un estudio internacional elaborado por 15 investigadores y que contó con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El estudio, liderado por Wolfgang Cramer, del Instituto Mediterráneo de Biodiversidad y Ecología Marina y Continental (Francia) y publicado en la revista ‘Nature Climate Change’, indica que la temperatura media del planeta ha aumentado en 1,4ºC desde la era preindustrial, el nivel del mar se ha elevado seis centímetros en las últimas dos décadas y sus aguas se han ido acidificando. La zona que corre mayor riesgo es el sur de la cuenca mediterránea y constata que todos estos riesgos están interconectados.

“Las lluvias de verano en esta zona correrían el riesgo de reducirse entre un 10% y un 30% en algunas regiones, lo que aumentaría la escasez de agua y causaría pérdidas en la productividad agrícola, particularmente en los países del sur”, advierte Josep Peñuelas, del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf).

Peñuelas indica que, por otro lado, se espera que la demanda de agua se incremente entre un 4% y un 22% si se quieren satisfacer las necesidades de agua de la agricultura y compensar el crecimiento de la población humana. ”El aumento de la demanda estará en conflicto con otros usos, como la necesidad de agua potable o el uso para el turismo o la industria”, añade.

El cambio climático, en combinación con otros factores ligados a las actividades humanas, están alterando la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas tanto terrestres como marinos. “La reducción de las precipitaciones junto con las altas temperaturas se traducirá en un aumento de los períodos de sequía y de los episodios de fuegos forestales”, indica Peñuelas.

Por su parte, el calentamiento del mar va asociado con un incremento de las mortalidades masivas, florecimientos de especies nocivas y colonización de especies invasoras. “Aunque las interacciones entre las diferentes perturbaciones son complejas, el resultado neto de los cambios será muy probablemente una disminución significativa de la capacidad de muchos ecosistemas de proveer los servicios ecosistémicos en los niveles actuales”, explica Joaquim Garrabou, investigador del Instituto de Ciencias del Mar.

Según el estudio, la pérdida global de hielo en la Antártida, Groenlandia y muchas zonas montañosas provocará un aumento del nivel del mar más acelerado que en los pronósticos más recientes. Este aumento afectará directamente al Mediterráneo, donde una gran parte de la población vive muy cerca de la costa. La intrusión de agua salada afectaría a los suelos agrícolas en muchas áreas, como el Delta del Nilo.

La salud pública también se verá afectada por los futuros cambios, especialmente los causados por olas de calor y los efectos de la contaminación, que aumentarían el riesgo de enfermedades cardiovasculares o respiratorias. Además, se incrementaría el riesgo de enfermedades como el dengue o el Chikungunya al darse las condiciones para que los organismos transmisores de estas enfermedades extiendan su distribución.

MÁS VULNERABILIDAD EN EL SUR

Los países políticamente inestables del sur del Mediterráneo serán especialmente vulnerables. En estas zonas hay menos observaciones y modelos de impacto y menos recursos financieros, lo que reduce aún más su capacidad de adaptación. “De hecho, el cambio climático podría ser el desencadenante de problemas como las hambrunas, la migración y otros nuevos conflictos”, recalca Peñuelas.

En este sentido, la menor cantidad de agua disponible, la tendencia a que la producción de alimentos de origen animal aumente y los riesgos que amenazan al sector pesquero (cambio climático, acidificación y sobrepesca) harán que, sobre todo en los países del sur, crezca la dependencia del comercio y se ponga en jaque su seguridad alimentaria.

Los últimos informes de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, en inglés) proporcionan un conocimiento útil, pero no muestran una visión integrada de la cuenca del Mediterráneo.

“Como fruto de este trabajo se ha establecido la red MedECC (Expertos del Mediterráneos sobre el Clima y el Cambio ambiental), que actualmente cuenta con 400 expertos y con el apoyo de agencias gubernamentales, entre otros socios. El objetivo de MedECC es hacer un análisis completo de los riesgos climáticos a los que se enfrentan las regiones del Mediterráneo y exponerlos frente la administración e influir en el debate y aprobación de medidas efectivas contra el cambio climático y la degradación ambiental”, explica Garrabou.

(SERVIMEDIA)
23 Oct 2018
MGR/gja