Según informó en nota de prensa el Ministerio, durante un encuentro mantenido con el director del Observatorio, Josep Figueras, la ministra se comprometió a iniciar los trámites para el regreso a este organismo especializado en el análisis de la política sanitaria de la UE y su principal fuente de información en lo que a sistemas sanitarios se refiere.

El Observatorio Europeo de Políticas y Sistemas Sanitarios es un partenariado de la Organización Mundial de la Salud formado por agencias internacionales, gobiernos nacionales, autoridades descentralizadas e institutos de investigación académica. España fue uno de los países fundadores en 1998 y formó parte del patronato, a través del Ministerio de Sanidad, hasta 2012.

Formar parte del patronato supone, según el Ministerio, “participar en la agenda del Observatorio así como ser un interlocutor directo en intercambio de conocimiento y experiencia entre otros países y el Observatorio. También permitirá internacionalizar las capacidades del sistema nacional de salud”.

Actualmente el Observatorio está formado, entre otros, por la Comisión Europea, la Oficina Regional de la OMS para Europa, los gobiernos de Austria, Bélgica, Finlandia, Noruega, Reino Unido, Suecia o el Banco Mundial. Su objetivo es apoyar y promover las políticas basadas en la evidencias de los análisis de las dinámicas de los sistemas de salud en Europa.

Carcedo realizó este anuncio tras conocer el contenido del último Análisis del Sistema Sanitario: Sistemas Sanitarios en Transición, publicado este año por el Observatorio. Se trata del tercer informe sobre España que publica el Observatorio y está marcado por los efectos que la crisis económica y financiera ha provocado en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y en la salud de los españoles.

El informe concluye que, pese a la crisis, se han mantenido los principios y metas del SNS. Pero también pone el foco en las implicaciones que supuso la aprobación del Real Decreto Ley de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, al introducir el copago farmacéutico a los pensionistas y cambiar las bases del sistema ligando el derecho a la asistencia sanitaria a la cotización en lugar de a la residencia.