Así lo indicó el CSIC a través de una nota de prensa en la que precisó que el programa pretende “captar y mantener en el sistema español de ciencia y tecnología el mejor talento joven investigador y posibilitar que desarrolle proyectos de alcance en centros del CSIC”.

Cuenta con una dotación de dos millones de euros y está apoyado por Banco Santander, a través de Santander Universidades, que aporta un tercio del total, Acerinox, Fundación Cepsa, Fundación Domingo Martínez, Naturgy y Suez.

Las ayudas incluyen un contrato laboral para el investigador ComFuturo y una dotación anual de 5.000 euros para gastos asociados al desarrollo del proyecto, cantidad que se complementa con otros 5.000 euros anuales aportados por el centro del CSIC en el que se lleva a cabo la investigación.

PROYECTOS

Cinco de los proyectos seleccionados en esta segunda edición están relacionados con la sostenibilidad medioambiental, dos de ellos para el desarrollo de biofertilizantes ecológicos, otro de baterías para el almacenamiento sostenible de energía, el cuarto para la fabricación de nanocomponentes electrónicos y, por último, un proyecto para estudiar nuevas rutas de biodegradación del plástico marino.

A ellos se unen tres investigaciones vinculadas a la agricultura, una de ellas para averiguar cómo producir frutales resistentes a la sequía, otra para incrementar la producción de los cultivos mediante genes y, por último, otra destinada a la obtención de vino bajo en alcohol.

Por otro lado, hay dos proyectos centrados en la detección de sustancias tóxicas, otros dos relacionados con los sistemas de computación del futuro, uno vinculado al desarrollo de material de construcción inteligente, otro orientado a estudiar una enfermedad que afecta a la conservación de piezas históricas de vidrio, y, por último, se desarrollará otra investigación relacionada con la industria petroquímica.

Según resaltó el vicepresidente de Investigación Científica y Técnica del CSIC, Jesús Marco, el programa ComFuturo “está permitiendo dirigir el talento, y las ideas, de algunos de nuestros mejores científicos jóvenes hacia retos de alto impacto social”, por lo que animó al sector privado a plantear juntos “nuevos desafíos" en este sentido.

Por su parte, el director de la Fundación General CSIC, Álvaro Giménez, señaló que este proyecto “permite que jóvenes doctores puedan aplicar sus capacidades a la resolución de problemas de interés industrial y social”.

Javier López Martínez, director de Impacto Social de Santander Universidades, destacó que para la entidad “invertir en ciencia e investigación e impulsar el talento es clave para el progreso social y la construcción de un futuro sostenible y mejor para todos”.