Violencia en las aulas
El Defensor del Profesor atendió el curso pasado a 2.179 profesores que sufrieron ataques
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El Defensor del Profesor del sindicato independiente de la enseñanza pública ANPE atendió el curso 2017-2018 un total de 2.179 casos de acoso y violencia hacia los docentes, lo que supone una reducción del 3% respecto al curso anterior.
Este es uno de los datos publicados este miércoles en Madrid de un informe que también desvela que el curso pasado 16 profesores abandonaron el centro porque la situación que sufrían era insostenible, aunque el sindicato subraya que es un porcentaje mínimo de los 500.000 docentes que hay en el país.
El número de atenciones, destacó a la prensa el presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández Guisado, “sigue la tónica de otros años”, aunque se aprecian más casos en centros de Primaria. De hecho, tan sólo son 70 profesores menos que el curso pasado los que pidieron ayuda al servicio, lo que para el sindicato “indica que las situaciones de conflictividad están lejos de erradicarse en los centros escolares”.
En el desglose de los datos, de los 2.179 casos atendidos, el 44% corresponde al profesorado de Primaria, el 39% a Educación Secundaria, el 7% a Infantil y el resto corresponde a otras enseñanzas.
Los casos que analiza el informe, impulsado en 2005 y que desde entonces ha atendido 34.700 casos, son situaciones de acoso y de violencia hacia los docentes, ya sean generados por los alumnos, padres de alumnos o los propios compañeros de los centros. Se trata de un estudio “cualitativo”, destacaron sus impulsores.
Fernández Guisado subrayó un aumento de agresiones físicas y verbales a profesores, lo que revierte en problemas para dar clase, aunque también destacó que han descendido a la mitad los casos de ciberacoso.
En esa línea, el documento refleja un leve incremento de las agresiones de alumnos a profesores, que aumenta del 12% al 13%, y problemas para dar clase, del 20% al 21%.
Por lo que se refiere a los padres, se mantienen estables las cifras de otros años, aunque se observa un ligero aumento de faltas de respeto, que pasan del 25% al 26%.
El Defensor del Profesor también advirtió el pasado curso de un aumento de los problemas en la aplicación del reglamento de los centros y con los equipos directivos, relacionados, en la mayoría de los casos, con conflictos de padres y alumnos.
ANSIEDAD
Todo ello conlleva, subraya el sindicato, a un deterioro de la salud mental de los docentes. De hecho, el 74% de los casos presentaban unos niveles de ansiedad impropios de la tarea a realizar, un 13% mostraban síntomas depresivos y un 11% estaba de baja laboral. Esto se traduce en problemas para dormir o comer de los docentes.
ANPE considera estos datos “la punta del iceberg” de una situación que puede ser mayor en todo el país y que se produce “fundamentalmente” en la enseñanza pública. Por todo ello, reclama un plan estratégico de mejora de la convivencia escolar con el que, entre otras cosas, se reactive el Observatorio Estatal de Convivencia Escolar.
Con ello, según Fernández Guisado, se podría “tener una radiografía más completa para diagnosticar y atender la situación” que se vive en las aulas y que repercute en la calidad educativa.
MADRID
Durante la presentación del informe también se dedicó un apartado a la Comunidad de Madrid. El Defensor del Profesor recibió 1.169 llamadas, el mismo nivel del año pasado, pero comparado con el curso 2015-2016 son unas 200 llamadas más. “Los que llaman es un pequeño porcentaje de los que tienen problemas y cuando ya tienen casos extremos”, dijo Carolina Fernández del Pino, vicepresidenta de ANPE Madrid.
Desde su perspectiva, es necesario “devolver” al profesor “su valoración social”. “Es un tema pendiente” para “corregir mucha de la problemática con la que nos encontramos”. Si no, “va a ser muy difícil que el alumno respete al profesor para que pueda realizar bien su labor”, indicó. También reclamó más apoyo por parte de la Administración.
(SERVIMEDIA)
21 Nov 2018
AHP/caa