Según informó la Policía Nacional, la operación comenzó cuando las autoridades portuguesas informaron a las españolas de la existencia de una embarcación semirrígida, cargada con fardos de los utilizados para el transporte de droga, que se dirigía hacia la costa onubense. De esta manera, se estableció un dispositivo conjunto de vigilancia aeronaval y terrestre compuesto por agentes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.

Este dispositivo de vigilancia culminó con la localización por parte de los medios aeronavales de un objetivo sospechoso que se dirigía, sin luces y a escasa velocidad, hacia el litoral de Ayamonte. Los agentes pudieron comprobar que se trataba de una embarcación neumática semirrígida de unos 12 metros de eslora, dotada de tres motores fuera borda y cargada con un número indeterminado de bultos.

El seguimiento de la embarcación contrabandista duró varios días, hasta que, de madrugada, los investigados llegaron a través del río Carreras a la altura de Punta del Moral. Allí les esperaban varios individuos que inmediatamente comenzaron a trasladar bultos desde la embarcación a una furgoneta.

90 FARDOS

Finalmente, los agentes pudieron incautarse de toda la droga alijada. Tras una primera inspección ocular, se pudo constatar que en el interior de la furgoneta se hallaban 90 fardos de arpillera y rafia, de los que comúnmente se usan por los narcotraficantes para el transporte de hachís, con un peso estimado de 2.700 kilos.

Esta operación forma parte de un dispositivo especial de vigilancia conjunta que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria y la colaboración de otros organismos internacionales, sobre las costas andaluzas y embarcaciones susceptibles de dedicarse a actividades ilícitas.