Inmigración

Uno de cada tres inmigrantes en la UE vive en un barrio gueto

- Según un informe de la OCDE

MADRID
SERVIMEDIA

Casi el 33% de los extranjeros extracomunitarios que viven en la Unión Europea reside en un barrio donde la mayoría de habitantes comparte un mismo origen étnico, según el informe sobre Indicadores de Integración de los Inmigrantes en la OCDE publicado este domingo.

Este trabajo revela además que el 14% de los inmigrantes en la UE dicen haber sufrido discriminación por su raza, nacionalidad u origen étnico.

Además, el informe resalta que la pobreza relativa es mayor entre la población inmigrante y, lo que es peor, que ha aumentado respecto a la década anterior.

La investigación, publicada un día antes de la Conferencia Intergubernamental de Marraquech donde se aprobará el Pacto Mundial para la Inmigración de Naciones Unidas, da cuenta del esfuerzo y de las políticas de integración puestas en marcha en la OCDE, que aunque han dado resultados en cuanto a inclusión social y laboral, todavía tienen muchos retos pendientes.

Como dato positivo, destaca la mejora del nivel educativo de los hijos de padres inmigrantes en todos los países de la OCDE. Esta mejora es evidente en las pruebas realizadas a los 15 años, donde los resultados educativos de los descendientes de la inmigración presentan una mejor evolución respecto a los de los adolescentes nativos, aunque siguen por debajo en cuanto a abandono escolar.

Esta brecha es más acusada en los estados europeos, pero solo en muy pocos países, entre ellos Canadá, los alumnos inmigrantes están equiprados a los estudiantes nativos.

Otro dato preocupante es que la mejora del nivel educativo no se traduce de manera equivalente en mejores empleos.

EMPLEO

En cuanto al empleo, el estudio refleja notables diferencias entre mujeres y hombres, pues mientras que los varones de origen imigrante presentan una tasa de empleo tres puntos porcentuales por encima de los nativos, las mujeres migrantes están un punto por debajo de las nacionales en este terreno.

Esta diferencia se eleva a seis puntos porcentuales en los países de la UE, y resulta especialmente llamativa en Francia y Bélgica (ambas con una brecha de 14 puntos) y Holanda (donde el paro entre las inmigrantes es 17 puntos porcentuales más elevado).

Además, las mujeres nacidas fuera de la UE suelen ocupar los puestos de trabajo peor remunerados y que menor capacitación profesional exigen, además de tener mayor presencia en los empleos a tiempo parcial.

Esta realidad es especialmente llamativa en España, Italia, Grecia, Eslovenia, Chile y Coea del Sur, donde suponen el 30% de este tipo de empleos.

Por último, la investigación revela que la mayoría de inmigrantes con empleos a tiempo parcial preferirían una jornada completa, y que eligen esta modalidad porque no les queda más remedio en mayor proporción que las nativas.

(SERVIMEDIA)
09 Dic 2018
AGQ/man