La realización de este documento ha sido desarrollado por un grupo de trabajo en el que han participado representantes de CCOO (Javier Fernández, responsable de Políticas Sectoriales) y UGT (José Varela, responsable de Digitalización) y los técnicos de Ametic Aida Millán y Juan Mora.

El documento aboga por primar la comunicación entre la empresa y los trabajadores y sus representantes, indicando que la intención de la empresa no es sustituir trabajadores por máquinas, y también dejando clara la salvaguarda de la protección de datos.

La transformación digital también llevará aparejada la formación, como parte fundamental para un adecuado el uso de la tecnología y para la empleabilidad, y un plan de acción de implantación de la tecnología, que permita, en caso de que fuera oportuno, la creación de puestos de trabajo complementarios ante la incorporación de las nuevas tecnologías.

Como primera aproximación a esta implantación, se recomienda que se formalice un programa piloto que permita valorar su impacto en el centro de trabajo. En este sentido, se propone la realización de un informe que recoja aspectos como el impacto en la mejora de los procesos; el valor que aporta a la compañía, así como una estimación de la mejora de la productividad que conllevaría; el efecto sobre el empleo de la empresa, tanto en términos de posibles puestos de trabajo afectados, como de nueva creación, o una evaluación de los riesgos físicos y/o psicológicos del Piloto según marque la normativa de prevención de riesgos.

En caso de que el programa suponga la desaparición, conversión o transformación de determinadas actividades o puestos de trabajo, se recomienda que se propongan alternativas, incluyendo aquellas acciones formativas necesarias para el correcto desarrollo de las nuevas actividades o para los puestos de trabajo de nueva creación.

Una vez realizado el piloto, se recomienda que la dirección confeccione un informe de conclusiones informando de los resultados a los trabajadores, dentro de su plan de comunicación interna.

Siempre y cuando el piloto cumpla con los requisitos expuestos anteriormente, la empresa pondrá en marcha, a través de un plan de acción, el proyecto en producción, cuyas acciones y actuaciones serán comunicadas en tiempo y forma a los trabajadores y a su representación.