Así lo anunció la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, en la que indicó que la medida aprobada responde a “una de las lecciones básicas de la crisis” que es “la insuficiencia de las herramientas de supervisión prudencial de instituciones financieras para anticipar y responder a los riesgos de la economía”.

Por ello, aseguró que es “imprescindible tener instrumentos de supervisión macroprucencial para prevenir riesgos sistémicos” ya que España e Italia eran los únicos países de la UE pendientes de crear dichos instrumentos. Esta dotación de nuevas capacidades llega coincidiendo con la creación de una autoridad macroprudencial que se regulará en otra normativa cuyo borrador, según explicó la ministra, este mismo viernes se ha abierto a consulta pública para su posterior aprobación.

En concreto, se dota a la CNMV de nuevas herramientas para poder exigir a las entidades un volumen mínimo de activos especialmente líquidos para poder hacer frente a las operaciones de retirada de fondos en un contexto de tensión en el mercado.

Calviño explicó que esta es una herramienta macroprudencial nueva que, junto a la ya existente de límites al apalancamiento, “coloca a la CNMV en un plano de igualdad con respecto a la supervisión bancaria, lo cual va a favorecer que se pueda actuar de forma coordinada en los dos ámbitos”.

La ministra también concretó que en el caso del sector asegurado, se habilita a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones para establecer también límites a la exposición a determinados sectores económicos o categorías de activos, así como límites a las operaciones de transferencia de riesgos y carteras de seguros.

De esta manera, “España es pionera” en el establecimiento de herramientas macroprudenciales en el ámbito de los fondos de inversión y las compañías de seguros y fondos de pensiones, según Calviño.

Por su parte, el Banco de España recibirá nuevas herramientas para impedir excesos crediticios como la capacidad de limitar la concesión de financiación en función de la renta de los clientes que demanden el préstamo y las garantías que aporten en la operación.

Asimismo, podrá imponer a la banca construir un capital anticíclico sectorial y fijar límites a la concentración sectorial de exposiciones crediticias. La ausencia de estos útiles en su caja de herramientas le impidió forzar a las entidades a no abarrotarse de préstamos inmobiliarios durante la crisis.

Será el paso previo a la ley que creará a la nueva Autoridad Nacional de Estabilidad Financiera (Anesfi) y que estará conformaba por miembros del Banco de España, la CNMV, el supervisor de Seguros y el Ministerio de Economía.

AUTORIDAD MACROPRUDENCIAL

La nueva institución estará capacitada para efectuar análisis de riesgos y emitir opiniones, así como alertas sobre todos los aspectos que puedan suponer un riesgo sistémico que afecte a la estabilidad financiera.

Tendrá asimismo potestad para formular recomendaciones para la adopción de medidas específicas cuando atisbe dichos riesgos, con la posibilidad de dar publicidad al seguimiento de esas indicaciones cuando lo considere necesario.

La crisis puso en evidencia la necesidad de crearla cuando los impagos y el ‘crash’ inmobiliario detonaron en los balances de la banca ante los errores cometidos en la advertencia, análisis y prevención de la burbuja crediticia.

La nueva autoridad será un órgano colegiado, sin personalidad jurídica propia y adscrita a Economía, aunque con independencia funcional. Su consejo lo presidirá la ministra de Economía y Empresas, Nadia Calviño, y rendirá cuentas anuales de sus trabajos al Congreso de los Diputados. El uso de las herramientas macroprudenciales, sin embargo, seguirá siendo competencia de los organismos supervisores, previa información a la nueva autoridad.