Por un lado, está la lista encabezada por Iglesias y que aglutina al grueso de sus diputados de confianza y otras adquisiciones hasta un total de 115 nombres, bajo la denominación 'Equipo de Pablo Iglesias- Sí se Puede', que ha sido la intitulación habitual de todas las candidaturas internas lideradas por el secretario general. Ninguno de los 93 militantes que le disputaban la cabeza de lista obtuvo los 1.000 avales necesarios para entrar en la votación.

Por otro, concurre otra candidatura llamada 'El País que Podemos', con 42 integrantes, formada en su totalidad por cargos y militantes de la Comunidad Valenciana, encabezada por la diputada Ángela Ballester.

Finalmente, se presenta una tercera lista, llamada 'Lista blanca para el Congreso de los Diputados', configurada por militantes de base, la mayoría de ellos desconocidos para el gran público, y activistas de diversos sectores sociales.

Las primarias al cuerpo de lista, por tanto, podrían deparar una candidatura final de Podemos en la que, si lograran los votos suficientes, alguno de los miembros de las listas alternativas se intercalara entre los de la candidatura liderada por Iglesias, puesto que los inscritos, al votar, designan nombres puntuales en un determinado orden que ponderará su lugar definitivo.

No obstante, la popularidad del líder de Podemos y los integrantes de su lista hacen muy difícil que los inscritos vayan a elegir candidatos de las otras. Sea como fuere, el orden que deparen las primarias es el que deberán seguir en la lista a las elecciones generales los miembros de Podemos, una vez aplicado el factor cremallera que impide que dos hombres ocupen lugares consecutivos.

Respetando ese orden, en aquellas circunscripciones donde Podemos concurra a las generales en confluencia con otras organizaciones como IU, Catalunya en Comù o En Marea, todavía quedará pactar los puestos que se reservan a éstas.