Así lo señaló durante su comparecencia en la comisión especial para el estudio de la evolución demográfica del Senado, en la que aseguró que, para combatir la “irreversible” tendencia al envejecimiento de la población en España, se deben llevar a cabo medidas que actúen sobre la migración y la natalidad.

Para Escrivá, España debería mantener su actual “marco relativamente favorable para la migración”, al considerar que es la única vía “con capacidad para reponer las personas que por envejecimiento de la población abandonan el trabajo”. En este sentido, apuntó que fomentar la natalidad “puede mitigar” en el largo plazo dicho envejecimiento, pero que “ya llega tarde”.

Asimismo, para fomentar la natalidad, el presidente de la autoridad fiscal puso el ejemplo de otros países que desarrollan políticas de gasto en guarderías, vivienda o permisos laborales, así como medidas fiscales. Sobre este punto, señaló que España se encuentra entre los países de la UE que menos gasto público destina a medidas para impulsar la natalidad. En el ámbito laboral, abogó por facilitar la conciliación y evitar la precariedad de los trabajadores, además de impulsar medidas de igualdad de género.

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN

Por otra parte, Escrivá también analizó las causas del cada vez más desigual reparto entre territorios de la población y criticó el elevado gasto público destinado por España en las últimas décadas a las infraestructuras.

Según el presidente de la Airef, el gasto público de España en infraestructuras, situado en el 5%, frente al gasto medio en la UE, alrededor del 3%, “tiene un retorno limitado” y consideró que España tiene “un enorme gasto en infraestructuras de primer nivel” que no se corresponde con el gasto en otras políticas. Por ello, indicó que es “una vía agotada” debido a que la restricción presupuestaria hace que lo que se gasta en infraestructuras no pueda destinarse a otras políticas, como el fomento de la natalidad.

Además, afirmó que el gasto público en España no es muy elevado en comparación con otros países europeos pero que en España “es poco redistributivo” por el alto porcentaje que suponen el gasto en infraestructuras y de pensiones, dos políticas “que no son muy redistributivas”.

Así, enumeró distintas medidas destinadas a combatir la desigualdad en el reparto territorial de la población, como exenciones de carácter fiscal y de empleo según el lugar de residencia o trabajo, la descentralización de las sedes de las administraciones públicas del Estado y de las universidades, así como el análisis del coste de los servicios públicos teniendo en cuenta la dispersión poblacional y el diseño del sistema de financiación autonómica y local.