Después de su comparecencia de esta mañana en el Senado, Sánchez mantendrá reuniones por separado con el presidente de Extremadura y con el de la Comunidad Valenciana, Guillermo Fernández Vara y Ximo Puig, según adelantó la Ser. El miércoles, según ha podido saber Servimedia de fuentes socialistas, la reunión será con el presidente y líder del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Se trata de una ronda con los líderes territoriales socialistas que también son presidentes autonómicos y que se enfrentarán en mayo a la reelección.

Con este criterio se quedan fuera la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con la que Sánchez todavía no ha vuelto a hablar desde la noche de las elecciones autonómicas del 2 de diciembre, más allá de citarse a una reunión durante los actos conmemorativos del 40 aniversario de la Constitución en el Congreso. El jefe del Ejecutivo tampoco ha contactado con el presidente de Asturias, Javier Fernández, que ya está terminando su mandato y no se presentará a los comicios de mayo.

ESTRATEGIA COMÚN

En estas reuniones, el presidente y líder del PSOE quiere ir preparando la estrategia común de todo el partido ante la cita de las municipales, autonómicas y europeas de mayo, después de las elecciones andaluzas y el descenso del apoyo ciudadano al PSOE.

Respecto a una posible extrapolación de la caída de votantes socialistas en las andaluzas a unas generales o a la cita de mayo, según las últimas encuestas, en Moncloa indican que “el presidente, a diferencia de los barones, aún debe entrar en campaña”.

La semana pasada, el presidente se reunió con todos los líderes territoriales socialistas que no son presidentes autonómicos y les trasladó su intención de agotar la legislatura, descartando así, para tranquilidad de muchos de ellos, la convocatoria de elecciones generales coincidiendo por la cita en las urnas del 26 de mayo. Sin embargo, todo dependerá, según fuentes gubernamentales, de si el Gobierno salva los Presupuestos Generales del Estado para 2019.