Este gesto de condena tuvo lugar justo antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciera ante la Cámara para explicar las líneas generales de su política y, en concreto, sus actuaciones en inmigración.

En una breve intervención, Sánchez quiso sumarse a la condena del Senado y expresar su repulsa por "un nuevo crimen que, con independencia de quién sea el autor, es fruto de la violencia machista".

Por su parte, el presidente de la Cámara Alta, Pío García-Escudero, expresó su solidaridad con los familiares y amigos de la joven, posible "víctima de la violencia sexual".

Asimismo, resaltó su repulsa por este crimen y destacó que, con este asesinato, son ya 46 las víctimas mortales de la violencia de género en lo que va de año en España.

Sánchez señaló que la violencia machista es una lacra que mancha la democracia, y "quienes creemos en la justicia y en la democracia seguiremos combatiéndola con leyes que amparen a las mujeres".