En un acto del PSC, Sánchez pidió al independentismo que "pase del monólogo al diálogo", el día después de la aprobación del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado por parte del Consejo de Ministros.

Hizo alguna mención a los Presupuestos pero el presidente no anticipó cifra alguna sobre las inversiones prevista en las cuentas públicas para este 2019 en Cataluña y que, según lo avanzado, serán según fija el Estatutut.

El líder socialista, aclamado en varios momentos por el público -unas 2.000 personas según la organización-, abogó por el diálogo, el sentido común, el sentido de Estado, la serenidad y el sosiego, porque "la crisis en Cataluña no se va a resolver en meses".

Después de recordar que en Cataluña se han producido en los últimos años varias votaciones, dijo: "Lo siento, señores independentistas, ustedes no tienen mayoría social en Cataluña". Para después añadir que la política de su Gobierno irá dirigida a "forzar acuerdos y buscar la convivencia".

“Los socialistas queremos que se abandone la política de bloques, del enfrentamiento. Le pido a los independentistas que abandonen el monólogo y lo cambien por el diálogo”, instó el presidente del Gobierno, porque “la política catalana tiene que ir orientada a abolir los antagonismos y superar los bloques".

En su intervención en Barcelona, la primera parada de una gira que le llevará a pisar más territorio nacional que lo que ha hecho en los primeros meses de su Gobierno, Sánchez cargó también contra el PP y Ciudadanos por "abrazar los argumentos de la ultraderecha sin rubor", con el "único objetivo de hacer involucionar España", lo que subrayó, les ha sumido en una "bancarrota ideológica”.

Así, apeló a los valores “colectivos", porque "las sociedades avanzan cuando avanzamos todos juntos, y no unos pocos".

Sánchez aprovechó que el lugar elegido para el acto - Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB)- está en la plaza Willy Brandt para rememorar algunas de las reflexiones del político socialdemócrata alemán. Así indicó que "el futuro no será dominado por aquellos que estén anclados en el pasado". "Y eso es lo que estamos haciendo desde el Gobierno. Somos más de hacer y otros son más decir”, remarcó el presidente.

Ello le dio pie para recordar algunas de las acciones de sus siete meses al frente del Ejecutivo como el impulso al pacto de Estado contra la violencia de género, el aumento de las pensiones, las ayudas a las mujeres o la recuperación de la sanidad universal.

Y apuntó que su proyecto reformista no es para dos años, sino que persigue la "transformación", para Cataluña y para España, para "los próximos 15 años". Entonces, lanzó un mensaje a Pablo Casado y Albert Rivera que le reclaman elecciones generales: "Esperen sentados, que hasta 2020 vamos a gobernar", lo que llevó al público a aplaudirle y a gritarle “Pedro, Pedro, Pedro”.

Con un público entregado, también se produjo una anécdota cuando el presidente abogaba por el diálogo a los independentistas. Entonces, un señor del público se levantó y le gritó: “Pedro, Franco al container". Este gesto que provocó risas en el público y fue respondido con el presidente que, con una media sonrisa, dijo: "Es lo que tienen los mítines, que se vuelven interactivos".