Según subraya en el balance que hace a Servimedia Crue Universidades Españolas sobre el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en I+D+i, “la innovación es el motor de la competitividad de los países desarrollados y se genera a partir de los resultados en innovación, por lo que los países más competitivos han dirigido sus estrategias hacia el crecimiento sostenido del esfuerzo del gasto público y privado en I+D+i.

“Desde el año 2010, en plena crisis económica, España se ha separado de ese comportamiento general. De hecho, la curva de evolución del gasto en I+D+i ha cambiado a negativa, situándonos a la cola de los países desarrollados en el año 2016. Mientras tanto, nuestros principales competidores han seguido priorizando la inversión en I+D+i, incluso en momentos de recesión, y su esfuerzo es el doble del realizado por nuestro país”, lamentan los rectores.

La Crue critica que los PGE 2019 en ese apartado “no contribuyen a paliar, ni siquiera de forma incipiente, el déficit de esferzo que España realiza en I+D+i respecto al de sus principales competidores, tanto en el ámbito de la UE como de la OCDE.

Los rectores concretan que, al igual que en los presupuestos de los años anteriores, la relación subvenciones/préstamos se mantiene en un 40/60%: los activos financieros siguen representando el 58,7% de las dotaciones presupuestarias a la I+D+i.

CAMBIO ESTRUCTURAL Y EJECUCIONES

Además, las subvenciones para investigación civil alcanzan los 2.845 millones de euros en los PGE (han aumentado un 8%) mientras que los préstamos y anticipos suponen 3.884 millones de euros (se han incrementado un 4%). “España sigue apostando por préstamos, una modalidad de financiación que, salvo en casos muy específicos, carece de sentido para los Organismos Públicos de Investigación. No se está llevando a cabo, por tanto, el necesario cambio estructural de la política presupuestaria en I+D+i”, reprochan los rectores.

Asimismo, la Crue apunta que el descenso continuado del grado de ejecución presupuestaria en I+D+i desde el año 2010 constituye “un factor determinante”. “Al menor esfuerzo presupuestario realizado entre los años 2012 y 2019, se ha añadido una reducción sistemática del grado de ejecución presupuestaria: en el último año liquidado (2017), dicha ejecución cayó hasta el 30%. Esto supuso que, de los 4.635 millones de euros presupuestados en el año 2017, solo se ejecutaran 1.333 millones de euros”, subraya la conferencia.