En declaraciones a su llegada a la segunda jornada de la Convención Nacional, Maroto trasladó ese supuesto sectarismo a sus socios de investidura en Andalucía, Ciudadanos y Vox, porque “no podían ni sentarse juntos” y el segundo hacía propuestas “estrambóticas” y “excéntricas”. Por el contrario, dijo, “el PP puede ser vehemente en los planteamientos pero es moderado,porque España en su conjunto es moderada”.

Preguntado entonces en qué se distingue el nuevo PP del anterior y a qué se debe el “rearme ideológico”, Maroto respondió que “el PP ha vuelto,pero no porque diga cosas distintas, sino porque las dice de forma diferente”, de forma que “mantiene las condiciones que han funcionado durante años” pero ha pasado a “decirlas y aplicarls de otra forma, quizá de forma más contundente”.

Igualmente, la novedad sería “retocar” algunas medidas porque se pueden mejorar e introducir otras “porque España ha variado y hay que adaptar el discurso del PP con temas nuevos, contemporáneos”. Como ejemplo, reivindicó la propia violencia de género, al argumentar que “no se les protege por el hecho de ser mujeres; se les protege porque hay violencia contra ellas por el hecho de serlo”.

Finalmente, Maroto restó importancia a la intervención del portavoz de Tabarnia, Jaume Vives, en una de las mesas de debate de la Convención, en la que llegó a pedir el voto a Vox por la inacción del PP en Cataluña. “Él mismo confesó que su discurso es el de la provocación. Quien le trajo aquí sabía que buscaba la provocación”, contestó. “A veces la provocación es la forma de hacerse notar”, añadió.