Los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recogidos por Servimedia, indican que entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2018 se quemaron 25.162,44 hectáreas, cuando la media de la última década es de 101.411,53, es decir, el año pasado se quemaron cuatro veces menos de promedio.

Se trata de la cantidad más baja del decenio, por delante de 2014 (48.717,83), 2008 (50.322,09) y 2010 (54.769,88), mientras que los peores años fueron 2012 (218.956,59), 2017 (180.220,86) y 2009 (120.094,21).

El registro histórico comienza en 1961 y desde entonces sólo ha habido un año con menos superficie quemada, según pudo comprobar Servimedia a partir de los datos del departamento dirigido por Luis Planas: 1963, con 22.679 hectáreas.

Después de 1963 y 2018, los siguientes años con menos superficie arrasada por el fuego son 1964 (31.398 hectáreas), 1971 (35.044), 1965 (38.018), 1961 (46.251) y 1966 (49.354). El peor de la serie histórica es 1985 (484.476), seguido de 1978 (439.526), 1994 (437.635) y 1989 (426.693).

TRES GRANDES INCENDIOS

El año 2018 comenzó siendo el mejor de la última década desde el pasado mes de julio y a partir de entonces encadenó seis meses con la menor cantidad de superficie forestal calcinada por las llamas en comparación con esos mismos periodos del último decenio.

Además, en 2018 se declararon tres grandes incendios forestales (es decir, cuando la superficie quemada supera las 500 hectáreas), que también es el mejor dato de la década. Hasta ahora el mejor año era 2008 (seis grandes incendios forestales) y el peor sigue siendo 2017 (56).

Los tres grandes incendios se declararon en Santa Coloma de Curueño (León) en mayo, que afectó a 645 hectareas; Nerva (Huelva) en agosto, con 1.484 hectáreas quemadas, y Llutxent (Valencia) tambien en agosto, con 3.146 hectáreas arrasadas.

Durante 2018 se produjeron 7.143 siniestros, de los que 1.989 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 5.154 conatos (con menos de una hectarea).

De las hectáreas calcinadas durante el año pasado, que abarcan un 0,09% del territorio nacional, un total de 3.677,98 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 16.745,43 hectáreas de matorral y monte abierto, y 4.739,03 de superficie arbolada.

ZONAS GEOGRÁFICAS

Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 43,27% de los incendios y conatos forestales en 2018, mientras que el resto de los siniestros se repartieron entre las comunidades interiores peninsulares (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 34,45%; el área mediterránea, con un 21,58%, y Canarias, con un 0,70%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, un 45,10% pertenece al noroeste, un 28,80% al área mediterránea; un 24,45% a las comunidades interiores, y un 1,65% a Canarias.

La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en el noroeste (36,12%), por delante del Mediterráneo (34,08%), las comunidades interiores (21,30%) y Canarias (8,50%).