Ante este cambio, que rechazan ambas entidades, recuerdan que la AP “debe ser la base del funcionamiento del sistema sanitario público”. Sin embargo, entienden que dicha propuesta “disminuye” la “accesibilidad y continuidad de la atención”, que deberían estar “garantizadas”. Este proyecto piloto impulsado por la Consejería de Sanidad arrancará en 14 centros de salud de la región desde finales de enero hasta marzo.

En concreto, según datos de la propia Consejería en 2017 y que las entidades recogen en nota, se dejarían de recibir más de seis millones de citas a partir de ese horario, y “quedarían a expensas de la asistencia urgente”. En este sentido, prevén un “impacto negativo sobre las urgencias hospitalarias ya saturadas”, según indican las entidades en un documento firmado conjuntamente por el presidente de la Adsp, Marciano Sánchez Bayle, y por el presidente de la Federación de Municipios de Madrid, Guillermo Hita Téllez.

Asimismo, según argumentan en el escrito, la medida incrementará “las demoras en las citaciones de AP”, ya que en la actualidad “existen citas con demora de hasta siete o diez días”.

“Por todos estos motivos rechazamos la implantación de esta medida que entendemos lesiva para la población madrileña y pensamos que debe de realizarse una apuesta seria por la potenciación de la Atención Primaria y la Sanidad Pública madrileña y elaborar un nuevo plan que garantice una potente Atención Primaria garantizando recursos suficientes y el mantenimiento de la accesibilidad y continuidad de cuidados que son sus características fundamentales”, finaliza el comunicado.