Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, en declaraciones a los periodistas a su llegada a una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Bruselas, después de que las autoridades venezolanas ordenaran la expulsión de esta delegación de europarlamentarios que iba a reunirse con el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó.

Borrell subrayó que el embajador de España en el país caribeño ha realizado sin éxito gestiones con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela para lograr que la delegación pudiera entrar en este país.

Condenó la decisión del Gobierno de Venezuela, que “está puesto en cuestión”, después de que buena parte de la comunidad internacional reconociera a Guaidó como presidente interino del país.

Destacó que “hemos hecho todo lo posible” para que la delegación de parlamentarios europeos entraran en Venezuela, si bien eludió responder si esta decisión puede ser el detonante para actuar contra las autoridades de este país, ya que “respecto a Venezuela hay temas que son más importantes”.

A su vez, adelantó que un “grupo técnico” del grupo de contacto creado en Montevideo (Uruguay) acudirá próximamente a Caracas para analizar los “plazos” y “procedimientos” para “impulsar un ciclo electoral” en Venezuela.

Rechazó la petición que el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, formuló ayer en la Conferencia de Seguridad de Munich a los países de la UE para que reconozcan a Guaidó como “presidente electo”, ya que se ha de actuar según las “normas”.

Reiteró que la UE únicamente reconoce a Guaidó como “presidente interino, cuya función es convocar elecciones”.

Por último, mostró su preocupación por las “noticias sin confirmar” que llegan desde Venezuela referidas a un presunto envío de soldados estadounidenses a la frontera entre Colombia y el país caribeño.

“La situación en Venezuela no se puede resolver mediante una intervención militar extranjera. El remedio puede ser peor que la enfermedad, hay casos en el pasado que lo demuestran”, remachó.