Norniella asegura que el Banco de España promovió la creación de Bankia y amparó sus cifras y la salida a bolsa

- El exejecutivo de BFA-Bankia dice que las cuentas contaban con "todas las bendiciones y todos los sacramentos" de las autoridades "de este país y de Europa"

MADRID
SERVIMEDIA

El exconsejero ejecutivo de Bankia y exsecretario de Estado de Hacienda, José Manuel Fernández Norniella, se escudó hoy en el Banco de España como "inductor" de la fusión de las siete cajas de ahorros que dieron lugar a BFA-Bankia, subrayó que avaló las cuentas con las que la nueva entidad dio el salto al parqué y aprobó la salida a cotizar durante su declaración en la Audiencia Nacional que investiga las irregularidades por la salida a bolsa.

De forma ilustrativa, Norniella dijo que de las muchas empresas, de distinto tamaño, donde ha ejercido de consejero en la que "más seguro en el ejercicio" del cargo se había sentido fue en Caja Madrid, BFA y Bankia, precisamente porque "todo lo que se hacía está controlado por el Banco de España", a preguntas del fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, que hoy retomó el interrogatorio en sustitución de la fiscal Carmen Launa Oriol, que continúa de baja por motivos de salud, alterando el orden preestablecido ya que inicialmente estaba prevista la comparecencia del expresidente de Bancaja y exvicepresidente de Bankia, José Luis Olivas.

El que fuera el hombre fuerte de Rodrigo Rato argumentó que le dada tranquilidad que, "a parte de las garantías que todo consejero tiene que exigir, había once inspectores" siguiendo la entidad. "El Banco de España no es alguien que pasara por ahí, es en aplicación de la ley de 1971, es administrador, controlador, inspector", añadió.

Norniella, que entraría en Caja Madrid como consejero en 2006 y a partir de 2010 pasó a ser consejero ejecutivo y uno de los tres vicepresidentes del grupo BFA-Bankia, basó así gran parte de su defensa en dicho aval del supervisor. En el mismo sentido defendió que tanto la integración como la salida a bolsa contó con un ejército de "los mejores" expertos contratados para asesorar y tuvieron el apoyo y aprobación en ambos proyectos por parte del Fondo de Reestructuración (Frob), del ministerio de Economía y hasta de la Comisión Europea.

La investigación de la Audiencia Nacional pivota sobre la fiabilidad de las cuentas con las que Bankia salió al parqué en 2011 y cuya reformulación provocó su nacionalización durante 2012, con la perdida de valor para los inversores que habían suscrito las acciones.

Norniella refirió que las cuentas del grupo previas a la salida a bolsa "son las cuentas de las cajas" y contaban "con todas las bendiciones y todos los sacramentos de todas las autoridades financieras de este país y de Europa".

Quien entre otros cometidos ejerciese la presidencia del comité de riesgos del banco, aseguró que "nunca" había tenido contacto alguno directo con el supervisor "ni con la CNMV" porque su rol era de consejero, pero defendió que las entidades efectuaron las provisiones y ajustes demandados por el supervisor antes de la salida a bolsa.

"El Banco de España, que yo sepa, nunca hizo una declaración en sentido contrario. Nunca dijo: ustedes están haciendo esto mal (...) Según se informó al consejo, los requisitos que pedía el Banco de España se iban cumpliendo", alegó al ser cuestionado sobre las enmiendas en saneamientos que había efectuado el organismo antes de dar el salto al parqué.

En su relato buscó desmarcarse de forma clara de haber participado de manera activa y directa en la configuración de la fusión fría de las siete cajas que dio lugar al grupo BFA-Bankia asegurando que no participó en la elección de las entidades que integrarían la fusión ni en las negociaciones ni siquiera en el fichaje de los expertos contratados para su diseño o, incluso, en la cuantía fijada de ayudas a solicitar al Fondo de Reestructuración (Frob) con motivo de la integración.

"Mi función era de trinchera", afirmó en un momento del interrogatorio, sosteniendo que su tarea como consejero era "técnica", de "funcionamiento y de logística" sin entrar en temas "de estructura de alto nivel", limitándose a analizar y decidir sobre las cuestiones que llegaban al máximo órgano de administración.

Bajo este contexto defendió que la fusión se acometió a instancias del supervisor, que llevaba tiempo interesado en reestructurar las cajas de ahorros y por eso presionó a las entidades para que salieran a bolsa, y en colaboración con el Fondo de Reestructuración (Frob) y porque los "presidentes de las caja se moverían entre ellos".

"NO ES UNA FERRETERÍA", SOBRE EL INFORME DE PWC

Gran parte del interrogatorio del fiscal Anticorrupción pivotó sobre el informe encargado por la entidad a PriceWaterHouseCoopers (PwC) donde aconsejaba efectuar una provisión por valor de 11.500 millones de euros y la razón por la que nos se realizó.

"No es una ferretería que si tengo una deuda tengo que pagarla. Aquí hablamos de pérdidas esperadas", excusó Norniella, quien defendió que las conclusiones de PwC arrojaban mayores cifras de las afloradas por Afi en otro informe o las estimadas por el propio Banco de España por utilizar un escenario estresado.

Según su relato, el banco cubrió no obstante dicho déficit porque el consejo de PwC fue dotar 8.500 millones para el primer año y Bankia acopió saneamientos por valor de 9.200 millones, pero la cifra subía porque esperaba deterioros adicionales de 1.500 y 1.400 millones en dos los ejercicios sucesivos.

En este sentido defendió que las cifras arrojadas por el supervisor, fruto de las inspecciones realizadas a las cajas, eran inferiores y afirmó que "seguro" que de haber considerado la conclusión de PwC como determinante ni el Frob, ni el supervisor ni Europa hubiesen autorizado la operación. "Seguro que además cuando al Banco de España se le dice de hacer una provisión, el Banco de España dice: no, no, con estos datos son suficientes que está hechos con base a las inspecciones que había estado haciendo durante dos años en las distintas cajas y este informe (el de PwC) está hecho en dos meses", zanjó.

Parte del interrogatorio del fiscal pivotó también sobre el deterioro del Banco de Valencia, cuya intervención acabó de afectar al grupo BFA-Bankia y donde Norniella buscó de nuevo distanciarse.

El exjecutivo negó haber tenido conocimiento del problema de Banco de Valencia, aún cuando implicaba un ajuste en el valor razonable de la participación por valor superior a 660 millones para BFA, hasta que se lleva al consejo "la decisión firme de no ir a la ampliación de capital si no iba el resto de accionistas en las mismas condiciones".

Según Norniella "era una participada de las 486" con la que contaba el grupo y "estaba gestionada por quien tenía que estar gestionada". "No recuerdo que en aquella época tuviera una noticia de que estaba sujeta a inspección", refirió afirmando que a falta de noticia sí había "un rumor" sobre dicha inspección.

(SERVIMEDIA)
18 Feb 2019
ECR/gja