Juicio Procés

Vila afirma que tras la suspensión del TC el referéndum “muta a una gran movilización política” que él “nunca reconoció como referéndum”

- El exconsejero admite discrepancias después del 1-O: “Algunos considerábamos que la obligación del Govern era ser un Govern de todos los catalanes”

MADRID
SERVIMEDIA

El exconsejero de Empresa de la Generalitat Santi Vila afirmó este jueves durante el juicio contra el proceso independentista de Cataluña que tras la suspensión por el Tribunal Constitucional (TC) de la ley del referéndum, esta convocatoria “muta a una gran movilización política” que él “nunca más reconoció como referéndum”.

Así se manifestó Vila este jueves durante la jornada del 1-O ante las preguntas del fiscal Fidel Cadena sobre las decisiones tomadas por el Govern tras la suspensión del TC de las leyes de desconexión, aprobadas el 6 de septiembre, entre las que se incluía la ley del referéndum y la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República.

A partir del momento en el que el TC suspende, explicó el exconsejero, “desde el Govern tomamos las decisiones correspondientes”. De modo que, continuó, “cae inmediatamente la sindicatura electoral y todas las iniciativas que se podían haber tomado”, así “el referéndum muta a una gran movilización política, pero que personalmente yo nunca más reconocí como referéndum”, subrayó Vila.

Asimismo, durante las preguntas el fiscal Cadena se refirió al 1-O como el “referéndum ilegal” ante lo que el exconsejero matizó: “No hago mía la descripción como referéndum ilegal porque para mí ya no era referéndum sino una gran movilización política”.

Además, explicó que el objetivo era que la movilización “sirviera para sacar del inmovilismo al presidente del Gobierno que en aquellos momentos, a pesar de mantener vías de dialogo abiertas, no supo mantenerlas, como tampoco nosotros”. En este sentido, insistió en que la reivindicación independentista era “legitima” porque se confiaba en que sirviese de “palanca” a la negociación.

Sobre su dimisión, Vila indicó que dimitió “frustrado” porque durante aquel mes de octubre “en el seno del movimiento soberanista hay una discrepancia” sobre cómo afrontar los resultados del 1-O. “Algunos lo reconocen como una movilización que obliga y les interpela”, sin embargo, agregó, “otros estamos convencidos de que es una movilización muy importante a favor de la independencia, pero también hay que otros dos millones de personas, igualmente catalanes, que se han quedado en casa”. Así, indicó, “algunos considerábamos que la obligación del Govern era ser un Govern de todos” y este “creo que era un sentimiento mayoritario”.

Además, subrayó que formó parte de los políticos que interlocutaron continuamente “con altos dirigentes del PSOE y con responsables del Gobierno de España, que en contra de lo que a veces se publica también tenían interés en reducir la tensión”. Sobre los incidentes del 1-O subrayó que es “una herida que nos acompañará toda la vida”. Asimismo, consideró que las cargas policiales fueron “desproporcionadas” y que en cierta medida “todos teníamos que haber sido más responsables”, en referencia tanto al Govern como al Gobierno español.

El exconsejero también se refirió a los días previos a la declaración de la DUI. “El miércoles 25 de octubre lo habíamos conseguido y nos fuimos a dormir con aquella sensación de paz interior”, es decir, de que “no vamos a tomar ninguna decisión unilateral y no se va a hacer ningún tipo de declaración política, aunque no tenga reproche penal, ya pueda resultar ofensiva o inflamatoria”.

Posteriormente, Vila explicó que la “tensión exterior era tan fuerte” que cambio el sentido de los acontecimientos. “El 25 es una noche que me acompañará toda la vida porque me acabara costando la carrera política y puede que muchas otras cosas”, subrayó.

(SERVIMEDIA)
21 Feb 2019
ICG/SGR/gja