Tras diez años examinando la transparencia y las prácticas de buen gobierno de las fundaciones empresariales y familiares españolas, la Fundación Compromiso y Transparencia (FCyT) detalló hoy, con la presentación de los resultados del informe en el campus de la Universidad de Navarra en Madrid, con la colaboración de Pérez-Llorca, cuáles serán las nuevas exigencias para los próximos años.

Según Javier Martín Cavanna, director de FCyT y coautor del informe, el progreso en los últimos años ha sido muy importante. “Cuando en el año 2009 publicamos el primer informe de transparencia de fundaciones, únicamente una fundación facilitaba en la web información económica; la identidad de los responsables de la dirección y de gobierno de la institución era desconocida; se contaban con los dedos de las manos las fundaciones que publicaban sus estatutos, y la información sobre el impacto de las actividades era una asignatura totalmente ignorada”.

Tras diez años el panorama ha cambiado. Actualmente el 44% publica la información económica, el 67% informa de quiénes son sus responsables y el 61% publica sus estatutos. El hecho de que seis fundaciones empresariales ocupen empatadas la primera posición (ONCE, Agbar, Axa, Caja de Navarra, Coca Cola y Vodafone) seguidas solo por un punto por otras diez fundaciones (Accenture, Adecco, Aquae, Atresmedia, Cotec, Endesa, Iberdrola, Pelayo, PwC y Repsol) da una idea del progreso que ha experimentado el sector en estos últimos años, según destacan los autores del estudio.

Las fundaciones empresariales catalogadas como transparentes han pasado de representar un 4% en la primera edición a un 43% en la actual. Esto a pesar de que a lo largo de este decenio la muestra se haya incrementado de 50 a 77 fundaciones y las exigencias hayan pasado de 13 a 20 indicadores analizados.

Mientras que las fundaciones empresariales publican en porcentajes óptimos la información de sus programas y actividades (92%), contacto (86%), misión (66%), y sus directivos (67%) y miembros del patronato (61%), las áreas que peores resultados de cumplimiento tienen son las de la información sobre el gobierno de la institución (33%), la evaluación de resultados (41%) y la información económica (44%).

Por sectores, el más transparente es el energético, seguido a corta distancia del asegurador. Distribución y salud son los sectores más opacos, aunque también son los que cuentan con menos fundaciones representadas en el informe.

FUNDACIONES FAMILIARES

El avance de transparencia y buen gobierno en las fundaciones familiares ha sido también importante, aunque en menor medida. Las clasificadas como transparentes han pasado del 4 al 23% en nueve años (las fundaciones familiares comenzaron a examinarse en la segunda edición de Construir confianza).

Fundación Mario Losantos lidera por cuarto año consecutivo el 'ranking' de transparencia de familiares, con 18 puntos, seguida, por Barceló y Rafael del Pino (17 puntos), Barrié y Luca de Tena (16) y Fundación Amancio Ortega, que se clasifica con 15 puntos por primera vez entre las fundaciones transparentes.

Del mismo modo que las fundaciones empresariales, las familiares registran los peores niveles de cumplimiento en las áreas relativas al gobierno (22%), la evaluación (25%) y la información económica (37%). Las mejores: contacto (93%) y programas y actividades (89%).

El informe incluye por segunda vez el análisis de doce fundaciones de celebridades del mundo de la música, el deporte, el arte, el periodismo o la tauromaquia. La Fundación Josep Carreras ocupa la primera posición por segundo año del 'ranking', que ha duplicado en esta edición el número de fundaciones transparentes: A Josep Carreras le siguen la Fundación Isabel Gemio, la de los hermanos Gasol y la de Rafa Nadal.

Respecto al cumplimiento por áreas, las fundaciones de personas célebres repiten patrón y obtienen los resultados más bajos en las áreas de evaluación (12%), gobierno (25%) e información económica (40%).

NUEVOS INDICADORES

Las nuevas exigencias anunciadas por la Fundación Compromiso y Transparencia de los próximos informes se centrarán en las siguientes cuatro áreas: Mejorar el funcionamiento del patronato y, concretamente, los procesos de selección, evaluación y rendición de cuentas del órgano de gobierno; promover la transparencia en el desglose de los gastos, “sigue habiendo muchas fundaciones que no son claras a la hora de comunicar el destino de sus fondos”; desarrollar políticas que ayuden a mejorar la gestión financiera y patrimonial, y ayudar a las fundaciones a desarrollar modelos de evaluación de impacto que estén más orientados a la generación de aprendizajes y al impulso de la innovación.