Lanzó esta advertencia en presentación de la biografía ‘Lerroux. La República liberal’, undécimo volumen de la Colección FAES de ‘Biografías Políticas’, y pidió tomar nota de un “periodo esencial de nuestra historia del que tenemos que seguir aprendiendo en lo que tuvo de carencia cívica, de deficiencia democrática, de perspectiva fallida y especialmente lo que tuvo de exclusión sectaria”.

Aznar consideró “lamentable” que a día de hoy “tengamos que preguntarnos por el sentido del gran esfuerzo de unidad y superación del pasado” y llamó a la continuidad “de la España democrática”, una cuestión que “no podemos relajar ni debemos esquivar”. Así, lamentó que haya quien “no quiere superar el pasado” y trata de recrearlo.

“Desgraciadamente, sabemos que hay quienes buscan ganar 80 años después guerras que los españoles ya no libran, que buscan tachar a los españoles con estigmas que ya no reconocen, que quieren que España se mantenga atrapada en el relato del resentimiento, de la división y del descrédito que han fabricado”, prosiguió.

El presidente de la Fundación FAES no perdió la oportunidad para expresar su confianza en la unidad de España, en la solidez de su realidad histórica y en la “densidad de cultura compartida que nos identifica”. “Estamos vinculados al pasado y comprometidos con el futuro que será de todos”, señaló.

Sobre ese futuro que “en buena medida se juega en Cataluña”, analizó que “sigue planeando el intento de ruptura, la apuesta por el golpe de Estado y la búsqueda de revivir lo peor”. Admitió que no termina de entender cómo es posible que en esta comunidad autónoma “el mismo fracaso se repita una y otra vez”.

Se trata de un fracaso, dijo, “que no solo es político, sino social e histórico”. “No termino de entender cómo la derrota se quiere presentar como un triunfo y la deslealtad como una virtud política”, continuó, antes de recordar que “la campaña de indultos ya se hizo en 1934 con los antecesores de quienes hoy se sientan en el banquillo del Tribunal Supremo”.

En este contexto, subrayó que “no podemos cometer el error de confiar nuestro futuro a la conjunción de la izquierda y los nacionalistas que nos ha traído a esta situación” y añadió que “no es fácil de entender cómo políticos que llevan a la sociedad a un callejón sin salida pueden ser considerados líderes y cómo se proponen diálogos con los que carecen de disposición para una simple conversación”.

Llegados a este punto, Aznar defendió que es preciso que el Estado “ponga fin a este desafío continuo a la nación democrática”, que la ley “reclame su lugar en una sociedad civilizada” y que el Poder Público “sirva con objetividad al interés generan en vez de ser instrumento de estrategias sectarias”. “¡Es la responsabilizad más grave que va a recaer sobre cualquier futuro Gobierno!”, enfatizó.

Para Aznar, en este momento, “los españoles tenemos ante nosotros decisiones no menos cruciales que las que tuvieron que tomar los que nos precedieron”. “Nuestros desafíos, nos gusten o no, están muy claros”, opinó, al tiempo que pidió “recordar la historia más reciente y positiva, pero también la menos reciente y dramática”.

Por último, Aznar aludió a la polémica suscitada por el fichaje de Cayetana Álvarez de Toledo para encabezar la lista del PP por Barcelona. Aunque sin nombrarla, dijo que “se puede ser diputado por Barcelona sin ser de Barcelona, como no puede ser de otra manera en un país ordenado”, y puso como ejemplo al propio Lerroux.