Hay 1,7 millones de personas afectadas por el ciclón Idai, de las que cerca de la mitad son niños

MADRID
SERVIMEDIA

Hay aproximadamente 1,7 millones de personas afectadas en Malawi, Mozambique y Zimbabwe por el ciclón Idai, de las que cerca de la mitad son niños. Dado que las fuertes lluvias “continúan causando una destrucción masiva”, Unicef, que califica la situación de “crítica”, ha intensificado recientemente su ayuda para ayudar a las personas afectadas.

Según informa la entidad en un comunicado, en Malawi, miles de familias se han visto obligadas a huir de sus hogares inundados, y ahora carecen de suministros básicos como alimentos, agua e instalaciones de saneamiento. Las inundaciones también han interrumpido las clases de miles de niños. “Nuestros colegas nos cuentan que muchas familias están acampadas en escuelas, iglesias y edificios públicos. Los niños están durmiendo en las aulas”, afirma Unicef.

En Zimbabwe, las últimas estimaciones apuntan que 250.000 personas necesitan ayuda humanitaria, de las que 125.000 son niños. Estas cifras podrían aumentar debido a la inaccesibilidad de algunas zonas afectadas. Hay ocho distritos afectados; los cuales dos han sufrido daños más severos en carreteras de acceso y puentes.

A partir del 23 de marzo, Unicef tiene previsto entregar materiales por aire en las zonas más afectadas a las que no se puede llegar por tierra debido a los daños en las carreteras y puentes. También está proporcionando kits sanitarios, así como suministros médicos y nutricionales.

En Mozambique, Unicef está apoyando al Programa Mundial de Alimentos en la logística para la distribución de comida a familias que viven en albergues. Además, la ONG está distribuyendo pastillas potabilizadoras de agua en las comunidades afectadas. “Sin acceso a agua potable y a unas condiciones adecuadas de higiene y saneamiento los niños corren mayor riesgo de contraer enfermedades”, alertan.

La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, está hoy en Beira (Mozambique) con los niños y familias afectadas, y está apoyando la respuesta humanitaria de Unicef. Fore describe la situación en el terreno como “desesperada”. “La situación sigue siendo crítica. No hay electricidad ni agua corriente. Cientos de miles de niños necesitan ayuda inmediata. La prioridad ahora mismo es proporcionarles refugio, alimento, agua, educación y protección”, denuncia.

Unicef también está trabajando con sus aliados para habilitar Espacios Amigos de la Infancia, que son lugares en los que se proporciona un entorno protector y apoyo psicosocial para familias y niños. "Muchas escuelas y hospitales han sido destruidos, sufrido daños o están siendo usados como albergues. Una vez que se atiendan las necesidades vitales más urgentes, será clave que los niños puedan retomar su educación. Esto les ayudará a recuperar un cierto sentido de normalidad en un momento de caos extremo", relata la entidad.

(SERVIMEDIA)
22 Mar 2019
ARS/gja