De esta manera, los precios industriales rompen con dos meses consecutivos de estabilidad en los que registraron una tasa del 1,7%.

Por destino económico de los bienes, el único sector industrial con influencia positiva fue la energía, que aumentó su variación anual nueve décimas, hasta situarse en el 5,8%, debido a la subida de los precios del refino de petróleo.

En sentido contrario, destaca el descenso de los precios de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica, frente al incremento del mismo mes del año anterior.

Por su parte, entre los sectores industriales con influencia negativa se encuentran los bienes intermedios, cuya tasa disminuyó dos décimas, hasta el 0,8%, la más baja de este sector desde diciembre de 2016. También tuvieron influencia negativa los bienes de consumo no duradero, cuya tasa descendió un 1% por la bajada de los precios de la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales y la estabilidad de los precios de fabricación de bebidas.

Sin tener en cuenta la energía, el índice general de precios industriales disminuyó dos décimas en febrero, hasta el 0,1%, con lo que se sitúa casi dos puntos por debajo del IPRI general. En tasa mensual, los precios industriales aumentaron un 0,2%.

Por comunidades autónomas, el IPRI en tasa anual disminuyó en 11 regiones y aumentó en las seis restantes. En concreto, las tasas más elevadas se dieron en País Vasco (+4,3%), Comunidad de Madrid (+2,6%) y Navarra, Comunidad Valenciana y Murcia (con un 2,2% en los tres casos). Por su parte, Asturias fue la única que registró una tasa negativa, del -2,2%.