Derechos de autor

Reacciones dispares a la directiva de ‘copyright’ aprobada en Estrasburgo

MADRID
SERVIMEDIA

La directiva de derechos de autor en el mercado único digital aprobada este martes en el Parlamento Europeo ha provocado reacciones de todo tipo, desde vítores de los editores españoles, pasando por el aplauso descafeinado de Google y hasta la oposición de las organizaciones de internautas, que ven una “censura generalizada” en los filtros de contenido.

Aunque será cada país europeo el que tenga que desarrollar su propio mecanismo para regular los derechos de autor en la Red, la directiva lleva levantando ampollas desde el comienzo de su tramitación por su polémico artículo 13, que obliga a las plataformas de Internet a establecer filtros que bloqueen contenidos que puedan invadir derechos de autor.

La directiva ‘Copyright in the Digital Single Market’, aprobada con 348 a favor y 274 en contra, podría suponer en la práctica el fin de cualquier contenido subido a Internet parodiando contenidos originales, según alerta la campaña ‘#SaveyourInternet’, apoyada por organizaciones de software libre y el partido Pirata.

Por otro lado, los editores y propietarios de derechos como el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) mostraron su “satisfacción” por la aprobación de la directiva, que actualiza determinados aspectos de la propiedad intelectual a la “realidad tecnológica”, según su visión.

Para los editores, se trata de “un texto que tiene en cuenta la contribución de los creadores al patrimonio inmaterial común”, al tiempo que supone “un paso importante para la sostenibilidad de la cultura en la Unión Europea y para los derechos de autores y editores”.

Y es que, en definitiva, la directiva pretende blindar a los propietarios de los derechos de autor y reconocer y proteger sus creaciones también en la Red. Para tal fin, se incluyen filtros para detectar qué contenidos podrían invadir estos derechos. De esta manera, plataformas como YouTube deberán filtrar qué suben sus usuarios.

Para los detractores, este punto supone una “censura” de lo que se conoce como cultura de Internet al limitar contenidos, y entienden que las plataformas ejercerán un control sobre lo que hasta ahora subían los internautas sin apenas cortapisas.

El gigante Google, propietario de YouTube, considera que la directiva europea “ha mejorado, pero seguirá provocando inseguridades jurídicas y perjudicará a las economías creativas y digitales en Europa”, según dijo un portavoz de la compañía.

Otras plataformas como Wikipedia -que se nutre de las aportaciones de los internautas- fueron más beligerantes en su oposición a la directiva, y llegó a cerrar el 5 de julio del año pasado, cuando se debatía la directiva en la Eurocámara.

“Compartir una noticia en las redes sociales o el acceder a ella a través de un motor de búsqueda se harían más complicadas en Internet; la misma Wikipedia estaría en riesgo”, alegó entonces la web.

Para el Gobierno de España, la regulación favorece que las plataformas de contenidos digitales “sean responsables de los mismos y lleguen a acuerdos justos para remunerar a las industrias culturales”, según dijo el ministro de Cultura, José Guirao, durante la tramitación de la norma. Y es que “hay plataformas que se están enriqueciendo y los autores deberían recibir una remuneración justa”, consideró.

El pasado 20 de junio, la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo aprobó la directiva, que en septiembre no pudo superar el filtro de la Eurocámara en Estrasburgo, algo que finalmente hoy sí ha hecho.

(SERVIMEDIA)
26 Mar 2019
GIC/caa