Sánchez, según apuntaron a Servimedia, decidió este jueves por la tarde-noche que aceptaría los dos debates electorales porque había que “pinchar la burbuja” en la que se había metido esta cuestión. Los demás partidos, con su posición, iban encaminando el tema al “no debate” y eso no lo podían consentir, sostienen.

Pero, el presidente tenía muy claro que le “interesaba” debatir y, por eso, “quería hacer un debate”. Fuentes socialistas sostienen que no sabían que la Junta Electoral Central tumbaría el debate ‘a cinco’, aunque algún dirigente alertó de esta cuestión.

Así, tras la decisión de la JEC y porque la Academia de la Televisión no tenía recursos para prepararlo, según dichas fuentes, Sánchez optó por el debate ‘a cuatro’ en RTVE, siendo así el “primer presidente” que acude a un debate electoral en la televisión pública. Insistió en el 23 porque era la “única fecha” que tenían “todos” los candidatos libres.

Pero viendo las posturas del resto de partidos, se aceptó ir a los dos debates electorales. De esta manera, en el equipo del presidente se recordó el caso de Canadá, donde se producen debates presidenciales consecutivos –uno en francés y otro en inglés- de los candidatos.

En el entorno del presidente aseguran que la actitud de Sánchez en los debates será “modo zen” y manteniendo la estrategia de su campaña: atacando al PP, porque no deja de ser la alternativa; desdibujando a Ciudadanos, porque es su principal foco de atracción de votos; e ignorando a Podemos, para no dañarles.

Rechazan las fuentes socialistas que la polémica sobre los debates haya producido “mella” alguna en la estrategia de la campaña positiva del PSOE centrada, principalmente, en movilizar al máximo a los indecisos y confían en que “cuanto más debates mejor” porque al PSOE les va “bien” para evidenciar que PP y CS están próximas a la ultraderecha.