Tras el mitin de este mediodía en Alicante ante un millar de personas, Sánchez regresó directamente a Madrid después de tres noches fuera de casa, para descansar y recuperar fuerzas.

El líder socialista, según fuentes de su entorno consultadas por Servimedia, lleva tiempo preparando el debate porque tenía claro que su estrategia en esta campaña pasaba también por ese momento. Si bien contemplaban solo uno, creen que dos debates no supondrán desgaste para el presidente pese al “riesgo” a que se expone.

Aunque todo su equipo le prepara “fichas” y documentación, el debate lo prepara directamente con su jefe de Gabinete y cocoordinador de la campaña, Ivan Redondo. Y con él estará ‘encerrado’ preparando esta situación antes de acudir el lunes a RTVE y el martes a Atresmedia.

Sánchez “quería debate” y por eso “pinchó la burbuja” de estos días de la polémica que encaminaba el tema a que no hubiera un debate. Lo veían y ven como una “gran ocasión” para evidenciar la línea principal de la estrategia que pasa por presentar al PSOE como la “única” opción de “futuro” frente a la “involución” que, según Ferraz, representan las “derecha con tres siglas” que son PP, Ciudadanos y Vox.

MODO ZEN

Consciente de que todos “irán contra Sánchez”, el presidente irá con una actitud “zen” al debate e insistirá en presentar a PP y Cs –ya que Vox no participará- como el mismo frente que ha abrazado los argumentos de la “ultraderecha” de la formación de Santiago Abascal. “Ignorará” al líder de Podemos, Pablo Iglesias; desdibujará al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y “cargará” contra el Partido Popular, representado por Pablo Casado, añaden las fuentes consultas, aunque sin concederle el título de ‘alternativa’.

Sánchez desarrollará su perfil de ‘frontón’ ante los ataques de los adversarios, que ya ha mostrado en sus debates parlamentarios desde que fue elegido presidente del Gobierno en la moción de censura, y tratará de exponer siempre sus propuestas ante las críticas que le dedicará la oposición, pero sin perder el “perfil” presidencial.

Como la situación ha derivado en dos debates consecutivos, en el PSOE aprovecharán ambas citas para ahondar en la tesis de una gran movilización porque creen que una participación alta que ronde el 70% les beneficiará.

En esta ecuación, según fuentes de la dirección del PSOE, en la campaña electoral, Vox está “creciendo” exponencialmente por la “locura” en la que ha entrado PP y CS. El PSOE ahonda en su presentación como ‘voto útil’ para frenar una suma de las derechas que permita un gobierno como ocurrió en Andalucía.

Con este fondo, el presidente ya ha dado un paso más en la petición del voto y se dirige directamente a los votantes de Podemos y Ciudadanos pidiendo su apoyo para que no haya “intermediarios” y tenga la fuerza “parlamentaria suficiente” para un gobierno socialista “en solitario”.