Badal es testigo de la Abogacía del Estado y de la defensa de Dolors Bassa. Como técnico y gestor del programa informático GEEC (Gestor Electrónico de Expedientes de Contratación), se encargaba de "supervisar y hacer el seguimiento" de la tramitación de los contratos.

En respuesta a las preguntas de la abogada del Estado, Rosa María Seoane, explicó que supo que la factura que rechazó era la segunda vez que se ponía al cobro a través de la Guardia Civil, cuando declaró como testigo. Según su versión, la factura se rechazó porque “el periodo de facturación era de un solo día y el importe era inusual, desmesurado".

Aseguró que en ningún momento se puso en contacto con algún responsable de Unipost y que ésta era "la forma habitual de proceder". En ese sentido, relató que no informó a nadie de su decisión de rechazar el pago de la factura y únicamente lo comentó “con los compañeros como una anécdota”.

Ya en respuesta a la Fiscalía y de la defensa de Bassa, indicó que era frecuente que Unipost enviara facturas irregulares que eran rechazadas. Insistió en que la factura era "incorrecta", lo que impedía que "se pasara a gestión económica. En tema de facturación, Unipost tenía altos y bajos”. Más tarde insistió en que no era la primera vez que algún pago a esta empresa era rechazado.

Esta es la primera sesión desde hace muchos días en que se puede ver el rostro de los declarantes, después de semanas durante las cuales decenas de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional fueron autorizados por la Sala a prestar declaración sin ser enfocados por la cámara. Antes que Badal también declaró un policía que quedó pendiente de la pasada semana y que relató su participación en distintos centros de votación.