La educación fue uno de los pocos temas en los que coincidieron en líneas generales los cuatro candidatos de PSOE, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos en las elecciones generales del próximo domingo, 28 de abril. Estuvieron de acuerdo en la necesidad de alcanzar un pacto educativo que mejore el sistema por amplio consenso, en vez de con leyes partidistas como las que ha habido durante las cuatro décadas de democracia.

El secretario general del PSOE criticó la Lomce que impuso el Partido Popular de Mariano Rajoy tras ganar las generales de 2011, ya que considera que provocó la pérdida de 18.000 profesores, el aumento del ratio de alumnos por profesor y un aumento de las cargas lectivas al incrementar el número de horas de docencia de los profesores.

Sánchez presumió de haber “revertido los recortes educativos” del PP y abogó un pacto educativo que incremente hasta el 5% la inversión económica en esta materia. También anunció que si el PSOE sigue en La Moncloa aprobará una nueva ley de universidades que ahora no le ha dado tiempo y mejorará las becas.

Albert Rivera reprochó a Sánchez que demande ahora un pacto educativo cuando el PSOE “se levantó de la silla en el último momento” cuando todos los partidos del Congreso tenían un principio de acuerdo para reformar la educación con el PP aún en La Moncloa, pero Pedro Sánchez ordenó que su partido no participara en ese acuerdo.

Rivera tildó, por ello, de “irresponsable” a Sánchez y se comprometió a impulsar “en los primeros cien días” un acuerdo educativo porque esta reforma es “lo importante y lo urgente”. En este sentido, cargó contra el PSOE pero también contra el PP porque suyas han sido las leyes durante “40 años” de democracia.

Pablo Casado negó este dato y precisó que en las cuatro décadas de democracia sólo ha habido una ley educativa del PP que ha entrado en vigor durante “año y medio”, que es la impulsada por el exministro José Ignacio Wert con Mariano Rajoy en La Moncloa porque la que aprobó el Ejecutivo de José María Aznar fue derogada antes de aplicarse cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó al poder.

Por lo tanto, adujo que “si hay un 30% de fracaso escolar” hay que pedir responsabilidades al PSOE y alardeó de que el PP ha conseguido “bajar un 8%” el abandono escolar temprano y ha llevado la concesión de becas al “récord histórico” para 1.500 alumnos.

Casado también prometió que si llega a La Moncloa pondrá en marcha un MIR para los profesores como el que ya existe para formar a los médicos, impulsar la FP dual, que el español sea la lengua vehicular en la educación y que haya asignaturas troncales “sin adoctrinamiento” que está vigilado por la Alta Inspección del Estado.

Pablo Iglesias abogó por una reforma fiscal que permita que quienes más tienen paguen “un poco más” para que así haya dinero “para financiar una educación pública de calidad”. Adujo que “esto no va de izquierda o derecha, sino de público o privado y el Estado debe defender siempre lo público”.

El líder de Podemos reclamó “poner dinero para que el material escolar sea gratuito” como propuesta de campaña porque, lamentó, en sus años de profesor en la universidad pública tuvo estudiantes que dejaron la carrera “porque no podían pagar la matrícula a pesar de trabajar”.

Al hablar de sanidad, Sánchez destacó que los informes internacionales ponen de manifiesto que España tiene “la sanidad más eficiente de Europa y una de las mejores del mundo”, mientras que Iglesias lamentó que “no se cuida” lo suficiente y de debería haber “sueldos mejores” para médicos y enfermeros.

Rivera volvió a reclamar la implantación de una tarjeta sanitaria que sirva en todas las comunidades autónomos y evite que los pacientes tengan que “adelantar dinero” al ser tratados fuera de su región. Por su parte, Casado denunció que el PSOE dejó “quebrada” la sanidad por la deuda pública y destacó que el PP ha permitido, entre otras mejoras, garantizar “la elección de médico”.