En declaraciones a la salida del debate, Iglesias se reafirmó en que estos enfrentamientos dialécticos tienen que ser obligatorios, porque son más importantes que la propaganda de los mítines y dan “mucha información” y son “determinantes” para que la gente puede decidir su voto y, por tanto, “hay que regularlos” y “ojalá hubiera más”.

El líder de Unidas Podemos no quiso ponerse nota, que corresponde asignar a los ciudadanos el próximo domingo en las urnas y “tendremos que aceptarla”. Pero sí se mojó cuando se le preguntó por los momentos que más y menos le habían gustado del debate.

“Me quedo con los momentos en que hemos podido debatir de manera respetuosa y lamento los momentos que han sido dominados por el insulto y la sobreactuación”, confesó. “Por respeto a la gente que nos ve en televisión, hay que mantener la formas y ser educados”