Colau cerró un acto de campaña de En Comú Podem en la plaza Can Fabra del barrio obrero de Sant Andreu, en Barcelona, ante algo más de 1.500 espectadores, y allí confesó que pensaba que “los compañeros de ERC” serían “uno de los principales aliados para una política progresista, y a la hora de la verdad ha pactado sin problemas con la derecha corrupta de Convergència” y no ha apoyado los Presupuestos sociales que pactaron el PSOE y Unidas Podemos.

Certificando que ahora los dirigentes independentistas vuelven a hablar de diálogo, de hacer política en el Congreso y de investir otra vez a Pedro Sánchez, preguntó: “No lo podían haber hecho antes? ¿Tenían que provocar otra vez meses de parálisis?” Y, a nivel autonómico, acusó al Gobierno de Junts per Catalunya y ERC de que “han dejado a los ayuntamientos solos”, y exigió a ERC “que se quiten el nombre de izquierda”.

Por su parte, Pisarello también recriminó a los independentistas que “Cataluña no puede dar la espalda” a “la voz de la España republicana, popular, culta, progresista”, que él vio anoche encarnada en la del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que “desenmascaraba a la derecha” en los debates televisados.