El hoy fallecido político socialista dejaba en ese momento su escaño en el Congreso tras anunciar su dimisión al frente del PSOE para dar paso a unas primarias que llevarían a Pedro Sánchez a la Secretaría General del partido.

Antes de llamar a la votación en esa sesión plenaria, Posada reconoció desde su escaño en la Presidencia del Congreso que había recibido con "gran tristeza" la noticia del abandono del escaño por parte de Rubalcaba y su regreso a la universidad.

Como presidente del Congreso, y expresando la voluntad "de la inmensa mayoría" de los parlamentarios, Posada agradeció la labor prestada por Rubalcaba durante sus 21 años como diputado. "Ha dado categoría y altura a la función de diputado", aseguró, y será por ello recordado "como una gran figura del parlamentarismo del siglo XXI".

En esa misma sesión Rubalcaba recibía visiblemente emocionado el aplauso de despedida de los diputados socialistas y de la mayor parte del hemiciclo del Congreso de los Diputados.

Tras las palabras de Posada, los diputados socialistas se pusieron en pie para responder con un cerrado a aplauso a Rubalcaba, que permaneció sentado en su escaño. La emoción se dejaba ver en su rostro mientras hacía señales a sus compañeros para que cesaran los aplausos y volvieran a sentarse en sus escaños para proseguir el pleno.

Era junio, final del periodo de sesiones, Rubalcaba había anunciado el abandono de la política activa y su regreso a la universidad como docente, y al reanudarse las sesiones plenarias, en septiembre de ese año, ya no sería diputado y el PSOE tendría un nuevo liderazgo elegido en primarias, el de Pedro Sánchez en su primera etapa al frente de los socialistas.