DESPEDIDA EN EL CONGRESO

Autoridades, políticos y ciudadanos dan un sentido adiós a Rubalcaba

- Los Reyes eméritos y el primer ministro de Portugal acudieron a rendir homenaje al exvicepresidente

MADRID
SERVIMEDIA

El féretro del exvicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba abandonó a las dos de la tarde de este sábado la capilla ardiente instalada en el Congreso de los Diputados para ser despedido en la intimidad por sus familiares y amigos.

Portado por policías y guardias civiles, igual que al llegar a la capilla ardiente pero esta vez sin bandera de España, el féretro fue sacado del palacio del Congreso de los Diputados por la escalera de los Leones y recibido con aplausos constantes por cientos de personas congregadas al otro lado de la Carrera de San Jerónimo, que gritaban su nombre y mensajes de ánimo para la familia y los socialistas.

Los "vivas" y los aplausos no cesaron en ningún momento mientras el féretro era introducido en el coche fúnebre y después avanzaba lentamente por la Carrera de San Jerónimo, despedido por la familia y las personalidades en la escalinata, así como los altos mandos de la Policía y Guardia Civil que se cuadraron ante el que fuera ministro del interior.

DON JUAN CARLOS, EMOCIONADO

Junto a su viuda, Pilar Goya, en todo momento estaban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, junto a otros miembros del Gobierno, de la Mesa de la Cámara y del PSOE, además de familiares y amigos de Rubalcaba.

Se escucharon gritos de "presidente, presidente", mientras Sánchez se despedía de los familiares de Rubalcaba, que siguieron al coche fúnebre en otros vehículos mientras el jefe del Ejecutivo y las demás personalidades, como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, regresaban al interior del Congreso de los Diputados subiendo la escalinata de los Leones. Poco después Sánchez abandonaba la Cámara, al igual que otros miembros del Gobierno.

Al mismo tiempo, Don Jua Carlos y Doña Sofía llegaron a las once de la mañana al Palacio de la Carrera de San Jerónimo, donde fueron recibidos por Sánchez y Pastor, con quienes el Rey emérito se quedó conversando unos minutos nada más bajar del coche.

Dentro, a la entrada del salón de los pasos perdidos, les esperaba Pilar Goya, a la que saludaron con un cálido abrazo y cogiéndole las manos en un gesto afectuoso. Don Juan Carlos, visiblemente emocionado y caminando con dificultad apoyado en un bastón, pasó unos minutos frente al féretro de Rubalcaba junto a Doña Sofía. Ambos se persignaron ante el cuerpo y se sentaron en las sillas colocadas a uno de los lados durante unos quince minutos.

Los hermanos de Rubalcaba y otros familiares se acercaron a saludarlos y el Rey se mostró visiblemente emocionado con todos ellos. Antes de irse, saludaron de nuevo a los familiares uno a uno y también a algunos socialistas como a Alfonso Guerra, Elena Salgado, Guillermo Fernández Vara, Micaela Navarro o José Blanco.

ENCUENTRO CON GONZÁLEZ

Al abandonar el salón de los pasos perdidos, al salir al patio de Floridablanca, los Reyes eméritos se encontraron con el expresidente del Gobierno Felipe González, que había llegado pocos minutos antes junto a su mujer, Mar García Vaquero. González llevaba unas oscuras gafas de sol que apenas dejaban verle los ojos pero que se tenía que quitar con frecuencia para limpiarse las lágrimas, y en algún momento fue consolado por el Rey emérito en un pequeño grupo en el que también estaba Sánchez.

Después de que los Reyes eméritos abandonaran el Congreso de los Diputados, unos 25 minutos después de haber llegado, Sánchez y Pastor se quedaron en el patio de Floridablanca saludando a quienes estaban esperando poder entrar porque habían llegado mientras Don Juan Carlos y Doña Sofía estaban dentro.

Poco después de que se reanudara este sábado a las 9.00 horas el velatorio, la infanta Elena acudió al Congreso para despedir a Rubalcaba. Estuvo apenas unos minutos acompañada por Carlos García Revenga.

PRIMER MINISTRO PORTUGUÉS

Asimismo, el primer ministro de Portugal, Antònio Costa, visitó este sábado, visiblemente emocionado, la capilla ardiente de Pérez Rubalcaba, a quien le unía no solo una buena relación política, sino una gran amistad personal.

Costa llegó al Congreso pasadas las doce y media de la mañana y fue recibido en el patio de Floridablanca por Sánchez y Pastor. El primer ministro luso saludó efusivamente al jefe del Ejecutivo español y también al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Junto a ellos se dirigió al interior del salón de los pasos perdidos para saludar a la viuda de Rubalcaba, Pilar Goya, a otros familiares y a los miembros el Gobierno y miembros del PSOE que se encontraban en ese momento en la capilla ardiente.

Por la capilla ardiente pasaron también el expresidente del Congreso Federico Trillo, los presidentes autonómicos Emiliano García-Page y Javier Lambán. El exmagistrado Baltasar Garzón, la exministra popular Pilar del Castillo, Aitor Esteban, Marta Pascal e Irene Montero, y socialistas como la exministra Elena Salgado, José Montilla, Juan Fernando López Aguilar, Emiliano García-Page, María Chivite o el expresidente andaluz Manuel Chaves y Magdalena Álvarez.

Precisamente, Chaves protagonizó uno de los gestos de esta mañana. Llegó a la capilla, saludó a la viuda y a la familia y se situó al final de esa bancada junto a Álvarez y Antonio Hernando. El presidente Sánchez, al verlo, se levantó y fue a saludarlo.

También pasó por la capilla ardiente un afectado Alfonso Guerra. El exvicepresidente se fue directamente junto a Pilar Goya y Jaime Lissavesky, que no se separa de su amigo. Pedro Sánchez, Ana Pastor y Micaela Navarro fueron junto a Guerra para darle el pésame. Después, el histórico socialista se sentó junto a José Blanco.

(SERVIMEDIA)
11 Mayo 2019
CLC/MML/DSB/nbc