Desde el restaurante Varadero de Palma, el líder del PP se acordó del tenista Rafa Nadal para decir que “si algo se ha aprendido de él en la pista y fuera de la pista es que no hay que dar una sola bola por perdida” y hay que “pelear el partido hasta el final” sin “pensar que ese último juego o set no se va a recuperar”.

Casado definió al PP como “un gran partido” que ha vivido “momentos complicados y dulces, grandes victorias y resultados decepcionantes” con los que a veces han gobernado y en otras ocasiones no a pesar de ser la primera fuerza. Ahora, tras rechazar el resto de partidos su iniciativa para que gobernase la lista más votada, admitió que “va a tocar amalgamar tipos de coaliciones y pactos que permitan mejorar la vida de los vecinos”.

“Lo importante es que somos un partido que cuando ha gobernado siempre le ha ido bien a nuestros compatriotas”, insistió, al tiempo que pidió a los suyos que estén “contentos, confiados” y así lo trasladen “a todo el mundo”, a esa “mayoría de españoles que quiere una España unida pero ha sido incapaz de unirse en un proyecto para defenderlo”.

Casado se dirigió entonces a esa “gran mayoría de españoles que quieren tener unas políticas sensatas” pero el 28-A optaron por partidos que “nunca han sabido gestionar políticas”. Habló a continuación de esos españoles que en el fondo quieren “partidos renovados” y no han caído en que el PP tiene a sus espaldas “décadas de experiencia y también grandes equipos nuevos que se suman a anteriores para hacer una combinación perfecta”.

Aludió en este punto al “espíritu de la remontada” y desde “la humildad y responsabilidad” volvió a decir a los votantes que “siguen teniendo en el PP la casa común del centroderecha” y que no les van a “defraudar”. “Una vez más nos echaremos el país a la espalda para sacarlo del atolladero en el que lo ha dejado la izquierda y los nacionalistas”, prometió.

Advirtió de que en estas elecciones “nos jugamos muchísimo”, pasando por “la gestión más cercana, la del día a día” y también ser “contrapeso” municipal y autonómico al Gobierno socialista con posibles pactos con “los comunistas de Podemos y probablemente con los independentistas de ERC”.

Por ello, pidió apoyo para mandar “un mensaje muy claro el 26-M” de que el líder socialista, Pedro Sánchez, “no tiene patente de corso o carta blanca para hacer lo que quiera”. Así las cosas, Casado incidió en que “es muy importante que votemos la política de cercanía y también lo que pase en la nación”.

El presidente de los populares aseguró que el PP velará por “el trabajo digno que nunca garantiza la izquierda intervencionista” y se refirió a la medida del control horario del Gobierno para compararla con “el Gran Hermano”. Por último, anunció que “nada más” constituirse las Cortes el PP pedirá que se tramite la ley para prohibir la okupación de edificios que ya se había registrado la pasada legislatura.