El trabajo, que muestra las principales preocupaciones de los consumidores sobre los ingredientes empleados en alimentos procesados, también advierte de que solo la mitad de la población considera “muy o bastante creíbles” las etiquetas de los productos envasados, por lo que prefieren informarse a través de Internet, y que el 32% de los usuarios “reconocen el esfuerzo” de las marcas para mejorar en este sentido aunque el 24% cree que se están esforzando “poco o nada”.

Según precisó este jueves GfK en un comunicado, para la elaboración de este informe se realizaron más de 1.500 entrevistas online a una muestra representativa de la población española de entre 16 y 69 años y, por grupos de población, los jóvenes de 25 a 34 años son los más “preocupados” por la composición de los alimentos envasados, seguidos de los padres con hijos menores de 18 años y las personas con nivel socioeconómico elevado.

Con los datos analizados, la consultora ha segmentado a los consumidores en cuatro perfiles, siendo los “estoicos” los más concienciados. Ellos han aumentado del 21% al 25% respecto al año anterior.

Por otra parte, el grupo de consumidores denominados hedonistas, que se “enfocan” en el “disfrute y en el placer de comer sin preocupaciones”, se ha reducido del 31% al 26%.

El estudio también muestra que seis de cada diez personas en España declara seguir algún tipo de dieta para eliminar de su alimentación ingredientes percibidos como dañinos para su salud, entre los que destaca el aceite de palma, mencionado por el 68% de los consultados y eliminado o reducido de su dieta por parte del 54% de encuestados. A él le siguen las grasas trans o hidrogenadas, mencionadas por el 49% de participantes, y las grasas saturadas, referidas por el 46% del total.

Asimismo, el 57% de la población señaló que está reduciendo la bollería procesada de su alimentación mientras el 52% dice reducir la ingesta de galletas “de picoteo o capricho”.