Según informó Fidex, la decisión llega tres días después de que impugnara la adjudicación. Esta organización explicó que Adif solo puede dar directamente encargos a Ineco como medio propio si el volumen de negocio de Ineco con Fomento es como mínimo el 80% de su facturación total y denunció que esta proporción no se cumple, puesto que en 2017 esa cifra de negocio fue del 79,4%, en 2016 fue del 73,4% y en 2015, del 70,5%.

Fidex también apuntó que más de una tercera parte de la inversión en ingeniería del Ministerio de Fomento fue a parar a Ineco, mientras que el 65% restante salió a concurso público entre las más de 500 ingenierías existentes en España.

Además, señaló que, según la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público, Adif Alta Velocidad y el Ministerio de Fomento sólo deberían adjudicar contratos directamente a Ineco si concurren supuestos de urgencia, seguridad nacional o concurso desierto, además de que es necesario acreditar que el encargo es “económicamente más eficiente” que la licitación pública.

En el caso concreto de la remodelación de Chamartín, Fidex consideró que no se da ninguno de los supuestos mencionados, ni tampoco el de urgencia, puesto que este proyecto lleva tiempo sobre la mesa y el objeto del contrato es definir las actuaciones necesarias para ampliar la capacidad de la estación ante el aumento de demanda previsto en los próximos años.