Durante su intervención en esta tribuna organizada por Nueva Economía Fórum, Gabilondo se refirió a los consensos necesarios y citó dos de ellos en materia educativa para conseguir “una ley integral de educación y formación que promueva la calidad, la excelencia y la equidad y una ley que regule el sistema universitario madrileño y lo dote de una financiación estable y suficiente además de promover la transparencia”.

También propuso un “pacto político y social por el empleo de calidad que mejore los derechos laborales y la productividad”.

Tras considerar que “nada de esto será posible si la exclusión se convierte en la parte definitoria de la política madrileña”, aseguró que “la inestabilidad no puede convertirse en un problema crónico de la política madrileña donde en el último año hemos tenido tres presidentes". "Y no hay prosperidad sin estabilidad", apostilló.

Se mostró favorable a “sustituir la tendencia a la inestabilidad y al bloqueo, por la cultura del acuerdo y el pacto”, y dijo que “en muchas ocasiones los acuerdos deberán ser más amplios que los de una simple mayoría de gobierno y pensados para una o varias décadas y que por lo tanto deben ser compartidos".

Manifestó que “el diálogo y no el bloqueo hace mejor la democracia” y señaló que “la corrupción no solo ha supuesto un coste para las arcas públicas, sino también una menor atención a los problemas de Madrid y un deterioro institucional”.

Consideró “necesario una nueva concepción que cambie la opacidad por la transparencia y medidas concretas como la supresión de los aforamientos mediante el procedimiento adecuado, una oficina de lucha contra el fraude, el primer plan de gobierno abierto de Madrid o la protección de los denunciantes, garantías para que las instituciones sirvan al interés común”.

Dijo que también es necesario que el Gobierno regional ponga en marcha “políticas a la altura de lo que la sociedad madrileña demanda cada 8 de marzo” y dijo que “para hacerlo se precisa reformar la Ley Regional Contra la Violencia de Género, un acuerdo estable para la ejecución en Madrid del Pacto de Estado contra esta lacra empezando por facilitar la acreditación de situaciones de violencia y una ley regional de igualdad que facilite la denuncia e investigación de la discriminación y fomente, al tiempo, la presencia de las mujeres en ámbitos como la ciencia y la cultura”. A su juicio, “el gran reto de ampliación de las fronteras de las democracias de nuestro tiempo es el feminismo”.

Por otro lado, también se refirió a la necesidad de luchar contra el cambio climático y dijo que este es “probablemente el gran reto intergeneracional de nuestro tiempo”. Comentó que es “consciente de que pertenecemos a las últimas generaciones capaces de impedir sus peores efectos” y destacó que “la calidad de una democracia muchas veces se mide por cómo responde a las demandas de las generaciones más jóvenes”.