Además, la PGEU propone que se cumpla la legislación comunitaria y nacional sobre las obligaciones de servicio público de todos los agentes de la cadena y que se genere información y canales de comunicación eficaces para el seguimiento y comunicación de los desabastecimientos.

En la misma línea de estas peticiones se posiciona el Consejo General de Farmacéuticos español, que “comparte la preocupación” ante las medidas que puedan “alterar el correcto suministro de medicamentos”, según señala en un comunicado.

La PGEU recoge en su posicionamiento una encuesta de 2018 que desvela que los farmacéuticos europeos dedican de media más de cinco horas semanales a los desabastecimientos –gestión de stocks, consejos a pacientes, búsqueda de alternativas, etc.-, con el fin de garantizar la continuidad de los tratamientos y evitar perjuicios derivados de su interrupción.

Asimismo, el informe destaca el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), del Consejo General de Farmacéuticos, como una de las herramientas ejemplo en Europa de información generada por las 8.000 farmacias participantes.