Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta caída en el beneficio se debe a los resultados extraordinarios de valoraciones de activos y a la modificación de la norma contable de instrumentos financieros.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 250,7 millones, tras crecer en 9,1 millones respecto a 2017 debido, principalmente, a los logros en diversos proyectos para mejorar la eficiencia y la productividad, y a la transformación de la red comercial, de la que ya han participado 670 establecimientos.

Por su parte, las ventas de Eroski ascendieron a 5.393 millones, un 2% menos que en 2017, derivado de la reducción del perímetro.

Además, en el ejercicio 2018 redujo en 187 millones su deuda financiera.