Según indica la presidenta de SEOM, Ruth Vera, nunca es tarde para dejar el hábito tabáquico e insiste en que los beneficios de dejar de fumar “empiezan desde el primer día” y a los 10 años de haber abandonado el tabaco “el riesgo de morir por un cáncer de pulmón se reduce a la mitad”, además de que dejar de fumar antes de los 40 años “reduce la probabilidad de muerte por enfermedades relacionadas con el tabaco en un 90%”.

Vera subraya que uno de los “principales factores de riesgo” de padecer un cáncer es el tabaco, responsable de hasta un 33% de los tumores y de hasta un 22% de las muertes por cáncer, según datos de la OMS. Además, se relaciona con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o pulmonares potencialmente mortales.

Junto a ello, lamenta que, pese a los “importantes logros conseguidos” en las últimas décadas con respecto a la concienciación sobre el efecto “protumoral” del tabaco, este “sigue siendo responsable de casi ocho millones de muertes por cáncer en el mundo”.

Tras precisar que, según las estimaciones de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), el cáncer de pulmón pasará de ser el cuarto tumor más diagnosticado en España en mujeres en 2015 al tercero “más incidente” en 2019, Vera destaca la relevancia de la prevención y lamentó que cerca de la mitad de los fumadores fallecerán por causas relacionadas con este hábito, un problema de salud pública “de primer orden” para la SEOM.

La organización también se posiciona en contra del cigarrillo electrónico, dispositivo que, a su juicio, “incita al acto de fumar de la misma manera que el tabaco”. “Pueden tener el efecto contrario, impidiendo el cese definitivo de su consumo, manteniendo la adicción psicológica y evitando las restricciones” establecidas por la Ley Antitabaco vigente en España, sostiene.

Por ello, resalta la imposibilidad de “excluir” los riesgos para la salud vinculados al “uso intencionado” de los cigarrillos electrónicos, “aunque no contengan nicotina”.

SEOM recalca que existen diversas opciones para dejar de fumar, incluyendo la medicación específica para la deshabituación, aunque “en ocasiones una motivación adecuada y una correcta información puede ser lo único necesario para dejar de fumar”.

Su presidenta valora los “progresos” en el tratamiento del tabaquismo que, reconoce, “se están acelerando, pero aún no son suficientes”, y asevera que las políticas y programas de reducción de la demanda de productos de tabaco son “altamente rentables”.

“Solo mediante la combinación de todas estas medidas será posible conseguir una disminución significativa de la prevalencia del tabaquismo”, concluye.