Así lo destacó este martes el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, durante la presentación en Madrid de la adjudicación de subvenciones para proyectos de movilidad Erasmus+ 2019, del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (Sepie), la agencia del Gobierno español encargada por la Comisión Europea de gestionar las ayudas a proyectos de movilidad.

Pingarrón reconoció que “el tema está sobre la mesa”, pero que el sistema actual “está funcionando, con algunos posibles defectos”, y “permite un acceso ordenado a la Universidad”. “Supongo que el próximo Gobierno lo tratará”, zanjó, recalcando su situación “en funciones”.

En cuanto a una hipotética diferencia de nivel según la procedencia regional de los preuniversitarios, reconoció que depende “de los expertos con los que hables”, pues “unos dicen que sí lo hay” con “un sí muy estrecho” y otros aseguran que no hay diferencias de nivel, aunque en general los expertos consideran “que no es un problema demasiado importante”.

“El sistema está funcionando bastante bien, aunque se puede mejorar”, zanjó, derivando a las CCAA y a las propias universidades la cantidad de plazas que se ofertan para cada titulación.

La tendencia, indicó, es a “estabilizar” el número de plazas, porque “el número de universitarios está estable”, aunque “con una ligera tendencia a la baja” en las universidades públicas y “una ligera tendencia al alza” en las privadas. “No tendría sentido un mayor número de plazas, porque no se cubrirían”, agregó.

Desde su perspectiva, la prueba única es competencia de las CCAA, por lo que no se mostró partidario de cambios hasta ver que esos cambios “van a mejorar el sistema”. “Los experimentos, con gaseosa”, indicó, apelando a tener “mucho cuidado” y contando con que algunas regiones estarán de acuerdo y otras no para promocionar esa prueba única.