El certamen contó con la participación del coordinador de Alcaldía de Madrid, Luis Cueto; el subdirector general de Ciudadanía Global y Cooperación Internacional al Desarrollo del Ayuntamiento de Madrid, Javier Martín Nieto; la directora general de Fad, Beatriz Martín Padura, y el subdirector de Cooperación al Desarrollo de Fad, Gerardo Lerma.

Este festival es la actividad de cierre de un proyecto de educación para el desarrollo de Fad en el que durante el curso escolar 2018-2019 han participado 250 escolares de centros educativos madrileños de 12 a 18 años. El objetivo era formarles como mediadores juveniles, así como fortalecer su conocimiento y comprensión global sobre el cumplimiento de los derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En el certamen compitieron seis cortometrajes que abordaban temas que afectan a la juventud como la violencia entre iguales, la sostenibilidad medioambiental, la calidad en la educación, el racismo o las relaciones tóxicas. El resultado de esta formación queda plasmado en estas piezas audiovisuales que promueven el derecho a la educación, a la vida, a la integridad física y moral, a la salud, a una convivencia no violenta, a un trato equitativo o a la alegría, entre otros.

El segundo clasificado fue el cortometraje ‘Las buenas noticias’, elaborado por los alumnos del Colegio Santa Micaela de Madrid. Esta pieza audiovisual muestra cómo podría ser un informativo de televisión en el que se comunicase la consecución de algunos ODS, como el pleno empleo mundial, el fin del fracaso escolar o la adopción de medidas globales para combatir el cambio climático y sus efectos.

Finalmente, el tercer premio fue para el cortometraje ‘No se paga’, del IES Renacimiento, en el que 30 alumnos de diferentes nacionalidades abogan por la inclusión y la no violencia en el entorno escolar. Además, fueron finalistas del certamen los cortos ‘El interrogatorio’ del IES Luis García Berlanga, ‘Freedom’, del IES Conde Orgaz, y ‘El pasillo’ del Colegio Salesianos.

Los cortos fueron elaborados en el marco del proyecto ‘Un SPOT para decir STOP’, que cuenta con el apoyo y la financiación de la Dirección General de Acción Internacional y Ciudadanía Global del Ayuntamiento de Madrid. Bajo el lema ‘No hay derecho’, este proyecto ya se ha celebrado en varias ciudades y comunidades autónomas en los últimos tres años.