“La presencia de Cruz Roja en las playas supone un importante valor añadido que es nuestro compromiso con la seguridad y la calidad en la atención a las personas, porque no nos limitamos a prestar un servicio, sino que vamos más allá”, destacó el vicepresidente de la ONG, Javier Gimeno.

Sólo en la temporada pasada, Cruz Roja Española llevó a cabo más de 94.000 atenciones, fundamentalmente asistencias sanitarias con 62.000 servicios médicos y más de 2.600 rescates de personas y embarcaciones.

No obstante, según la entidad, es cada vez mayor el número de “asistencias sociales”, como el baño adaptado para personas con discapacidad (27.000 atenciones) o la atención a personas extraviadas (1.500 atenciones).

En cuanto a los perfiles de las personas atendidas, Cruz Roja señala “varios tipos”, como mayores de 65 años, niños y niñas con heridas, extravíos en los arenales, personas con patologías previas o enfermedades crónicas que se ven incrementadas por factores como el efecto de las altas temperaturas o la deshidratación.

También actúan con personas extranjeras que desconocen el idioma o con jóvenes que “adoptan conductas inseguras o imprudentes”.