Así lo recoge el organismo en un artículo titulado ‘Caracterización del empleo no asalariado en España desde una perspectiva europea’ publicado este martes. El Banco de España destaca la “elevada incidencia de los empleados no asalariados que eligen trabajar por cuenta propia por necesidad, ante la falta de alternativas”.

Este colectivo representa el 26% del total de autónomos, según los datos de la Encuesta Europea de Condiciones Laborales citados por el organismo, por encima del 20% de media en la Eurozona, y sitúa a España en cuarto puesto.

Esta situación es más frecuente entre los trabajadores con un menor nivel de estudios, en torno al 30% de quienes se convierten en autónomos por necesidad, y entre los jóvenes, alcanzando al 60% de los no asalariados.

El Banco de España también destaca la incidencia “relativamente moderada” de los trabajadores autónomos económicamente dependientes de un solo cliente, que representan el 12% del total, por debajo de la media de la Eurozona. En este caso, el perfil también responde a trabajadores con un menor nivel de estudios, que se concentran en el sector de la agricultura.

Por otra parte, el Banco de España detecta que en todos los países de la Eurozona se observa una mayor riqueza en los hogares con un cabeza de familia no asalariado respecto a los hogares con un cabeza de familia asalariado, y España se coloca en una posición intermedia.

En suma, el empleo autónomo en España supera los tres millones de personas, lo que equivale a casi un 16% del total de la ocupación, tras ir descendiendo progresivamente a lo largo de las últimas décadas.

No obstante, a partir de 2011 el empleo autónomo repuntó, posiblemente ante las dificultades para encontrar un empleo asalariado y por las medidas de fomento del emprendimiento, como la tarifa plana con la que se bonifica la puesta en marcha de una actividad por cuenta propia.

El Banco de España cita un trabajo anterior para indicar que esta política no ha tenido un efecto significativo sobre la supervivencia de los negocios de quienes se acogieron a ella.

Por género, observa una brecha, con un 70% de los hombres autónomos, aunque este porcentaje es algo inferior al de la Eurozona (73,3%). Además, los hombres, los mayores de 50 años, las personas con un nivel de estudios bajo y las que ejercen su actividad en el sector del comercio, el transporte y la hostelería presentan un mayor porcentaje dentro del colectivo de trabajadores no asalariados que en el de asalariados.