Esa cita, según confirmaron a Servimedia fuentes gubernamentales, se enmarca en los contactos discretos que ambos acordaron tener tras la primera reunión oficial de los dos líderes el pasado martes en el Congreso.

Dichas fuentes mostraron su malestar por la filtración de la reunión, hecho por el que también se quejaron fuentes de Podemos, que aseguraron que el partido "ha mantenido la discreción de forma estricta".

Intentando restar importancia a la revelación, desde esta segunda formación atestiguaron que ambos líderes “se reunirán y hablarán mucho en estas próximas semanas" y que lo harán "con la discreción necesaria para poder trabajar”.

En la reunión de ayer, según adelantó ‘eldiario.es’, Sánchez e Iglesias abordaron la oferta de ‘gobierno de cooperación’ que acordaron en la primera reunión, aunque en Unidas Podemos insisten en entrar en el Ejecutivo.

Fuentes socialistas confirmaron a las 14.45 horas la reunión de Sánchez e Iglesias y señalaron que “las posiciones están muy alejadas”. “Se sigue con la máxima disposición de entendimiento y como socio preferente”, remarcaron desde Ferraz

Este mismo lunes, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, explicó el ‘gobierno de cooperación’ acordado con Unidas Podemos será una "experiencia novedosa" y que "no tiene por qué ser un gobierno de coalición. Cooperar no significa un gobierno de coalición" pero se acogió a que "eso lo tienen que decidir el presidente" cuando se le preguntó por posibles ministros de la formación de Pablo Iglesias, posición en la que ésta se halla enrocada.

Más o menos a la misma hora, el líder de Podemos decía una cosa muy distinta en LaSexta: “Sabemos que el PSOE no va a vetar a nadie”. Y después: “Nos consta, y creo que no nos ha mentido, que Pedro Sánchez no va a vetar a nadie. Creo que Pedro Sánchez no nos está engañando”.

La reclamación de que el PSOE no ponga vetos a quienes ellos propongan como ministros del hipotético Gobierno conjunto, igual que ellos no los pondrán a los socialistas, es la respuesta de manual a la que los dirigentes de Podemos

recurren siempre que se les pregunta si Iglesias pedirá entrar personalmente en el Ejecutivo.